Diferencia entre revisiones de «EL PORVENIR DEL ESTUDIANTE, fiel testigo de Maldonado a fines del S XIX»

De Banco de Historias Locales - BHL
Saltar a: navegación, buscar
Línea 5: Línea 5:
 
|}
 
|}
  
 +
[[Archivo:Escuela-Ramírez.jpg|thumb|frame|right|450px|La Escuela Ramírez, con las viejas moreras que plantó Silvestre Umérez y que aún siguen en pie (2018).]]
 +
 +
[[Archivo:Américo-Pintos3.jpg|thumb|frame|right|450px|Américo Pintos.]]
 +
 +
[[Archivo:Américo-Pintos7.jpg|thumb|frame|right|450px|Américo Pintos.]]
 +
 +
[[Archivo:Américo-Pintos-y-Silviestre-Umérrez.jpg|thumb|frame|right|450px|Silvestre Umérez y Américo Pintos. Fotografía tomada en 1921 en la sede del Diario del Plata de Montevideo.]]
  
 
[[Archivo:Ambrosio-Miranda.jpg|thumb|frame|right|450px|Ambrosio Miranda, colaborador de El
 
[[Archivo:Ambrosio-Miranda.jpg|thumb|frame|right|450px|Ambrosio Miranda, colaborador de El
 
Porvenir. Foto tomada por Chute & Brooks de Montevideo, con dedicatoria del 12 de Junio de 1887 a su amigo Américo Pintos.]]
 
Porvenir. Foto tomada por Chute & Brooks de Montevideo, con dedicatoria del 12 de Junio de 1887 a su amigo Américo Pintos.]]
  
 +
[[Archivo:Eugenio-Ruiz-Zorrilla.jpg|thumb|frame|right|450px|Eugenio Ruiz Zorrilla Ferrés (1846-1890). Inspector de Escuelas del departamento de Maldonado. Esta foto está escaneada de una original de tan solo 13 milímetros de alto que iba pegada en el manual “Geometría y dibujo lineal”, cuyo autor era Ruiz Zorrilla y que utilizaban los alumnos de la Escuela Ramírez.]]
  
  
 
+
[[Archivo:El-Conciliador-16-mayo-1897.jpg|thumb|frame|left|1400px|Artículo publicado en “El Conciliador” de Maldonado el 16 de mayo de 1897. Su autor es Antón Pérez, uno de los seudónimos que utilizaba Américo Pintos al escribir en la prensa. Brinda muchos e interesantes detalles sobre el origen de estas publicaciones escolares, así como breves pero emotivas semblanzas de quienes participaron en ellas.]]
  
  

Revisión del 15:36 1 ago 2018

Tipo en madera que se utilizó para imprimir el encabezado de El Porvenir en sus primeros 19 números, sustituyéndose luego por uno más grande.
La Escuela Ramírez, con las viejas moreras que plantó Silvestre Umérez y que aún siguen en pie (2018).
Américo Pintos.
Américo Pintos.
Archivo:Américo-Pintos-y-Silviestre-Umérrez.jpg
Silvestre Umérez y Américo Pintos. Fotografía tomada en 1921 en la sede del Diario del Plata de Montevideo.
Ambrosio Miranda, colaborador de El Porvenir. Foto tomada por Chute & Brooks de Montevideo, con dedicatoria del 12 de Junio de 1887 a su amigo Américo Pintos.
Eugenio Ruiz Zorrilla Ferrés (1846-1890). Inspector de Escuelas del departamento de Maldonado. Esta foto está escaneada de una original de tan solo 13 milímetros de alto que iba pegada en el manual “Geometría y dibujo lineal”, cuyo autor era Ruiz Zorrilla y que utilizaban los alumnos de la Escuela Ramírez.


Artículo publicado en “El Conciliador” de Maldonado el 16 de mayo de 1897. Su autor es Antón Pérez, uno de los seudónimos que utilizaba Américo Pintos al escribir en la prensa. Brinda muchos e interesantes detalles sobre el origen de estas publicaciones escolares, así como breves pero emotivas semblanzas de quienes participaron en ellas.


En pleno contexto de la reforma educativa llevada a cabo por José Pedro Varela, el 21 de enero de 1877 se inauguró en la ciudad de Maldonado el nuevo edificio para la escuela pública de varones (Escuela de 2do. grado ampliada), que pasó a llamarse Ramírez en honor a su benefactor, el diputado José Pedro Ramírez. Pocas semanas más tarde, el 9 de marzo, sus aulas fueron testigos del inicio del primer año lectivo.

La Escuela Ramírez representó uno de los primeros y mayores esfuerzos del país por ponerse a la altura de la nueva etapa educativa que se abría. Todo ayudaba para que así fuese, destacándose, por supuesto, el magnífico y moderno edificio, que orgullosamente asumieron los fernandinos como símbolo de una modernidad que hasta ese momento se les había mostrado algo esquiva. Pero fue la presencia de maestros verdaderamente excepcionales el hecho que determinó la transformación de esta escuela en un hito de la historia pedagógica del Uruguay.

Uno de ellos, precisamente, dejaría una impronta imborrable en la juventud fernandina. Nos referimos al español Silvestre Umérez Zatarain (Oñate, 1843 – Montevideo, 1922), quien había cursado estudios de ciencias fisicomatemáticas en Madrid y Valladolid, obteniendo el título de Bachiller que le habilitó para ejercer el profesorado en los institutos de segunda enseñanza de España. En 1869 se inició en la docencia enseñando Matemáticas en la Universidad Libre de Oñate, institución de la cual también fue su Bibliotecario. Pero, llegado el año 1873, los avatares de una guerra civil en España (la Tercera Guerra Carlista) determinaron el cierre de la Universidad y Umérez, como otros tantos de sus compatriotas, se vio obligado a emigrar, eligiendo Uruguay como país de destino, a donde llegó en mayo de 1874.

Todo indica que su adaptación fue rápida, pues al año siguiente lo encontramos fundando en la ciudad de Durazno el Colegio Hispano Oriental y en 1876, como brazo derecho del sacerdote Mariano Soler, futuro primer arzobispo del Uruguay, participando activamente en la fundación del Liceo de Estudios Universitarios. El 24 de septiembre de ese mismo año contraía matrimonio en Durazno con la maestra Mercedes Sánchez. Tres años más tarde se trasladaron a Maldonado, asumiendo Umérez la dirección de la Escuela Ramírez el 2 de junio de 1879, al tiempo que su esposa hacía lo propio en la Escuela de 2º Grado de Niñas de esta misma ciudad.

Al igual que Varela y los demás reformadores de la enseñanza, Silvestre Umérez estaba profundamente convencido de que la misma no debía relegar a los alumnos a desempeñar el papel meramente pasivo que caracterizaba al sistema educativo de aquella época. Prueba de ello fue la iniciativa que tuvo de impulsar, alentado por su compatriota Eugenio Ruiz Zorrilla (Logroño, 1846 – Montevideo, 1890), Inspector de Escuelas del departamento, la creación de un periódico escolar que constituiría toda una novedad, no solo en Maldonado sino en todo el país, pues Umérez era consciente de que sería un efectivo medio para despertar vocaciones y estímulos.

La idea pronto germinó en tres de los alumnos – Salvador Aguiar, Américo Pintos Márquez y Jacinto Aberastury Pintos – naciendo así el semanario El Porvenir del Estudiante, que vio la luz el 17 de agosto de 1879 bajo la dirección formal de Manuel B. Miranda, maestro ayudante de Umérez. Completaban el equipo los también alumnos Carlos Fernández, Valdivio Tassano, Ambrosio Miranda, Santiago Clauser, Juan Formoso y Guillermo Lyons Olivera.

En sus inicios fue de factura tan artesanal que la edición de los dos primeros números, con un tiraje de tan solo 25 ejemplares cada uno, fue totalmente manuscrita y recién a partir del tercero pudo publicarse mediante una imprenta, lo que les permitió alcanzar los 100 ejemplares. Con frecuencias semanal se publicó hasta el 9 de noviembre de 1879, reapareciendo el 25 de enero de 1880, esta vez como quincenario, indicando que se trataba de su segunda época, aunque manteniendo la numeración correlativa.

La temática de El Porvenir del Estudiante era rica y variada, siendo de particular valor para quienes hoy leemos sus páginas, las numerosas notas y artículos que describen el vivir cotidiano de aquel lejano Maldonado. Por solo citar algunos de ellos, podemos mencionar la repercusión que tuvo el fallecimiento de José Pedro Varela, cuando Umérez recomendó a los alumnos “que las vacaciones que se daban de tres días no fueran a creer que eran para en seguida de salir del colegio entregarse al regocijo y a la alegría, sino para demostrar en señal de duelo con el recogimiento en sus casas y privarse de los juegos infantiles” (Nº 12), o los artículos que dan cuenta de los paseos que organizaba este maestro por la ciudad y sus alrededores (números 5, 9 y 13). O también el pintoresco relato que se hace del Carnaval de 1880 (Nº 16). Sorprende asimismo encontrar la descripción, 90 años antes del vuelo del Apolo XI, de cómo sería un paseo por la Luna (números 3 y 4).

En todo caso llama siempre la atención el interés y pasión demostrado por estos jóvenes periodistas, cuyas edades no superaban los trece años. Uno de ellos recordaría años más tarde: “Los originales pasaban previamente por la fiscalización del director de la Escuela, señor Umérez, empeñado entonces, como siempre, en que sus discípulos desarrollasen la propia inteligencia dentro de las mejores prácticas morales. Las correcciones de ortografía y estilo daban lugar, en cada caso, a verdaderas lecciones gramaticales, complementarias de las que se recibían en la Escuela durante las horas de clase…. Los paseos escolares, frecuentes entonces, daban tema a descripciones pintorescas, que el bueno de Umérez seleccionaba para darles publicidad en el periódico, estimulando la dicción sencilla y la originalidad en las figuras retóricas” (Américo Pintos Márquez, en “Recuerdos viejos. La Escuela Ramírez de Maldonado”, extenso artículo publicado en El Diario del Plata de Montevideo el 20 de enero de 1924).

Con su número 19, aparecido el 5 de abril de ese mismo año, finalizó la publicación de El Porvenir del Estudiante. Sin embargo, tras dos años de silencio, el 2 de abril de 1882 salió nuevamente, esta vez como El Porvenir, semanario dirigido por Américo Pintos, que contó con la colaboración de Ramón Guerra Méndez y Francisco Mier Velázquez. No obstante, la dirección efectiva, al igual que en la anterior hoja periodística, continuó siendo de Umérez, tal como lo señalaría el propio Pintos en el referido artículo publicado en 1924. La continuidad entre ambas publicaciones quedaba de manifiesto en sus primeras líneas, pues ellas daban cuenta de que se presentaba al público fernandino “por tercera vez esta humilde hoja”. En total se editaron 88 números y cuando cesó su publicación, el 18 de noviembre de 1883, ya no podía catalogarse como un mero periódico estudiantil, pues pese a estar redactado y dirigido por adolescentes, se había transformado en un verdadero órgano de prensa en donde tenían cabida los más diversos temas de interés local.

No sería este el último proyecto periodístico creado en torno a la Escuela Ramírez, ya que siendo su director don José Dodera Torchelli, otro recordado maestro de Maldonado, se publicó con carácter quincenal, entre agosto de 1896 y noviembre de 1897, La Mañana, redactado por los alumnos Abelardo E. Rodríguez, Augusto Sagristá y los hermanos Silverio y Gonzalo Acosta Viera.






La colección completa de EL PORVENIR DEL ESTUDIANTE y EL PORVENIR y todos los contenidos compilados en este archivo son gentileza del Sr. Martín Ospitaletche, nieto de Don Américo Pintos.



Volver a Estampas de Maldonado


Consultas.png
BHL-logo-200px.jpg