Punta del Este

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Los orígenes de Punta del Este

Transcripción de artículo publicado en el periódico el periódico "Troika", sin fecha. Aporte del Sr. José Seijo.


Paseando por el puerto ...
Descanso en el faro

Los orígenes de Punta del Este se remontan a 1755, año de la fundación de San Fernando de Maldonado, la actual capital del Departamento, por don Joaquín de Viana. La península pasó a constituir desde entonces un punto de gran importancia estratégica, por su proximidad con las posesiones portuguesas, cobijando una guarnición de militares y algunas pocas moradas de pescadores que conformaron una aldehuela.

En 1829 el Municipio de Maldonado quiso consagrar Punta del Este al recuerdo de la batalla de Ituzaingó, dándole ese nombre, pero la iniciativa no prosperó.

Hacia fines de siglo, el atractivo del mar y de esas playas entonces tan lejanas, comenzó a atraer a intrépidos turistas. En 1893 se estableció en las instalaciones de la desaparecida "Sociedad de Pesquería", una modesta pensión, con excelente cocina, llamada Hotel de Risso, que habría de convertirse con el tiempo en el Hotel Continental, y más tarde en el Palace Hotel.

Ese fue el primer alojamiento librado al público de Punta del Este; la construcción del primer chalet se le atribuye a don Vicente Ortega, sobre terrenos adquiridos en 1900.

Poco más tarde, a impulsos de la "Sociedad Balneario Punta del Este", que construyó el Hotel Biarritz, algunos chalets y la rambla, se aceleró la venta de solares, y la aldehuela inicial comenzó a tomar la forma que a su condición actual, tras un desarrollo que en algunas etapas cobró ritmo vertiginoso.

El recuerdo del escritor Felipe Barreda Laos en un libro que traza la historia de Punta del Este, permite recrear la pintoresca vida del balneario en 1910 con rasgos que no se han esfumado por completo.

Pese a las distancias, quizá algunos lectores puedan encontrar puntos de contacto con las de hoy: "En este primer impulso de modernización de Punta del Este, después de llegar el ferrocarril a Maldonado en 1910, se destaca y sobresale el grupos de personalidades foráneas como constructores de chalets, hoteles, desarrollos de urbanizaciones, plantaciones de bosques y alamedas.

El renombre que va ganando en Buenos Aires atrae a Punta del Este a no pocas familias europeas, inglesas, españolas, italianas, francesas, que llegaron para pasar estaciones de verano en las playas, y prolongaron su estada arraigando su permanencia por razones de salud o conquistadas por la benévola y abierta acogida del balneario. Hubo entre estas familias algunas de muy distinguida prosapia y mucho refinamiento, que dieron calidad y tono al pequeño mundo social que supieron formar, vivieron felices en regio aislamiento.

"Ejemplo sumamente interesante fue el de la familia Giot de Badet, oriunda de Francia, establecida en Punta del Este en 1920 y que durante ocho años mantuvo en alto rango la actividad social. El barón de Badet, la señora de Badet, madre de doña Margarita Giot de Badet, de la señorita Susana de Badet, y el joven Andrés Giot de Badet, forman un grupo hogareño muy selecto: un oasis espiritual brillando en los bosques desiertos.

"Para ellos construyó el arquitecto de la British House, Eduardo Lemonnier, un molino y una casa cuyos restos aún sobreviven en terrenos del Golf; tuvo el arquitecto el proyecto audaz de edificar un lujoso castillo con parque, arboledas, pozos de agua, pabellones de servicio, amplias cocheras y caballerizas; proyecto frustrado porque con motivo de la primera guerra mundial, Lemonnier emprendió viaje a Francia.

"Andrés Giot de Badet era poeta; mantenía correspondencia en verso con Maurice Rostand, hijo de Edmond Rostand; traductor y autor de obras teatrales; "Doña Francisquita" fue traducida y estrenada por él en París. Cuando artistas de fama llegaban en gira al Río de la Plata, Andrés Giot de Badet les prodigaba sus atenciones, les guiaba, les brindaba la más generosa y fraternal hospitalidad; muchos fueron huéspedes de la casa hogareña del Molino en Punta del Este.

"Para ampliar la capacidad de alojamiento la familia Giot de Badet había aconstruído otra pequeña casa junto al molino; y trajo, además, tres viejos vagones de tren de transporte y emplazados a la vera del edificio principal. Celebridades de la pintura, la música, el ballet, el teatro, Leonide Massine, Maurice Escande, Ninon Vallin, Miguel Fleta, Tita Ruffo, Mistinguett, Josephine Baker, acudieron de "week-end" y pasaron cortas temporadas en Punta del Este, alojadas en la casa del Molino de la familia Giot de Badet.

"Las recepciones y los agasajos eran de muy distinguido y elevado tono; los dueños vestían con extraordinaria elegancia; Madame de Badet recibía sus vestidos de París, de las muy afamadas casas de moda de Paquín y Patou; en las comidas y recepciones de gala que ofrecía en honor de sus distinguidos huéspedes, tenía a orgullo presentarse vestida con las últimas modas de París, se acicalaba con los mejores y más perfumados ungüentos y cosméticos traídos de Francia; pendiente del cuello usaba una perla rosa de gran tamaño que, para preservarla siempre viva, sumergía diariamente en un vaso de agua de mar, traída especialmente desde la playa.

"Los menús de sus banquetes eran de gran lujo; no faltaba nunca el "foie gras", pues elaboraban ellos mismos, para lo cual se dedicaban a la cría de gansos, y conservaban el paté en latas herméticamente cerradas; cuidadas con gran prolijidad el cultivo de hongos y presentaban a sus invitados las más deliciosas viandas de cocina francesa. Famosos fueron en estos banquetes de la familia Giot de Badet el "Cassoulet", la "Bouil'abaise a la maniere du midi", y finísimos vinos importados que traían desde Montevideo.

"Los preparativos para el baño de mar, en la mañana tomaban tiempo y demandaban complejos afanes: revisar las carretas de grandes ruedas, engrasar los ejes, uncir ocho bueyes en cuatro yuntas de tiro a cada una de ellas para rodarlas hasta la playa; aprovisionarlas con equipajes de baño, con diversos comestibles, damajuanas de agua y de vino; acondicionar a los invitados sobre almohadillas y cojines, y distribuir en sus puestos a la familia".


Pág 1 de 2 de Troika, en el archivo del Sr. Seijo.
Pág 2 de 2 de Troika, en el archivo del Sr. Seijo.



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