Diferencia entre revisiones de «El Capitán FitzRoy y su acompañante Charles Darwin»

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Revisión actual del 11:00 13 may 2022

Darwin embarcó en el desvencijado Beagley solo para entretener con sus charlas a FitzRoy. Era un jovencito de 23 años, con una nariz que no le gustó nada al capitán y tuvo que pagar para que le permitieran abordar.


Nadie sospechaba que ese viaje iba a ser crucial para la ciencia y un desafío para la religión. Lo que pocas veces se menciona, es que a pesar de que FitzRoy tenía sólida formación científica, jamás creyó en la teoría de la Evolución, más bien era un enemigo declarado y militante. Más allá de eso, FitzRoy fue un gentleman fiel a la Corona y compasivo con los indígenas.


El capitan FitzRoy y su acompañante Charles Darwin

Por Alberto Moroy



Las ideas surgidas en el siglo XIX, referidas a la evolución de las especies de Charles Darwin es la más controvertida y la que hasta este momento provoca las discusiones acaloradas, considerando el tiempo transcurrido (153 años) desde su publicación. Sin embargo pocos fuera de la comunidad náutica recuerdan al captan Robert FitzRoy, sin el cual posiblemente Charles Darwin hubiese sido un ilustre desconocido, o tal vez solo un buen científico como su hermano George Howard Darwin.

Robert FitzRoy (Suffolk, Inglaterra, 5 de julio de 1805 – Surrey, Inglaterra, 30 de abril de 1865) fue un oficial de la Marina Real Británica que alcanzó el grado de vicealmirante y que logró fama duradera por haber sido el comandante del HMS Beagle durante el famoso viaje de Charles Darwin alrededor del mundo (1831-1836).


Antecedentes de los viajes


La victoria definitiva sobre Napoleón, en 1815, además de la superación del enemigo francés, permitió la adaptación de la inmensa flota naval de guerra para nuevos fines. Las embarcaciones fueron utilizadas en el creciente comercio con la India, en las nacientes relaciones mercantil con América independiente, en el combate al tráfico de esclavos, en actividades de caza de ballenas y focas y también en expediciones científico-militares enviadas a prácticamente todo el mundo.

El Imperio, tanto el formal como el informal, estaba compuesto por extensas redes de circulación de personas, productos e ideas, en las que los comandantes navales de la Marina Real eran protagonistas, pero no los únicos agentes. Marineros, aventureros, comerciantes, soldados, misioneros, colonos y nativos tomaron parte en estas redes, construyendo afinidades, oposiciones, ideas y prejuicios.

Los comandantes navales británicos en expediciones de mapeo, como Robert FitzRoy y sus contemporáneos, eran hombres del Imperio. Elegidos entre el selecto público que frecuentaba la Academia Naval, tenían poderes para establecer relaciones diplomáticas e incluso declarar guerra. Eran representantes de su majestad y expresaban las ideas predominantes en la metrópolis. Algunos eran más liberales, otros más conservadores, pero jamás se apartaban de lo que se esperaba de sus funciones. Sus relatos expresan sus ideas, las disputas por poder y espacio político en aquellos momentos. Era un noble con poderosas conexiones en la Corte y en el almirantazgo, así como un técnico, como se esperaba en el siglo XIX. Actuó con ojos para la economía y la moral, defendiendo siempre los intereses y el modelo británico. Entendió que su misión no se resumía sólo a servir a la Marina Real: debería aprovechar la oportunidad para diseminar universalmente nuevas prácticas, producir material técnico-científico útil al comercio y la estrategia de su Imperio, y congregarlo todo en la elaboración de un relato de viajes que debería ser también un manifiesto a favor de una forma específica de ver y vivir el planeta.


FitzRoy Como capitán del HMS Beagle


El 1 de agosto de 1828, en Puerto del Hambre (Chile 53°38′00″S 70°54′00″W), un capitán inglés (Príngles Stock se pegó un tiro en la cabeza. Murió doce días después, en su camarote, entre gemidos y gritos de dolor. Su tumba aún está allí. Dos años tardó su barco, los HMS Beagle, en llegar de nuevo a Plymouth y cuando lo hizo llevaba como capitán a un aristócrata de 26 años llamado Robert FitzRoy, quien 37 años después, por esas cosa que tiene el destino, termino suicidándose (domingo, 30 de abril, 1865) Se levantó para ir a la iglesia y besó a Laura, su hija, y ya en el baño, giró la llave en la cerradura, levantó su navaja y se cortó la garganta.


La tumba de Príngles Stockes en Puerto Hambre (Chile).

Para muchos, el H.M.S. Beagle y Darwin son “la misma cosa”. Les cuento que cuando el Capitan FitzRoy decide que habia llegado la hora de devolver a los indios cautivos que habia llevado a Inglaterra desde el extremo Sur del America, no encontraba barco que viajase a esa. Después de descartar de esperar dos meses, deciden reformar el Beagle que era ya un barco desgastado y desactivado. Por ese entonces Chales Darwin tenia 23 años y se dedicaba a la geología y la filosofía. Sin embargo en poco tiempo fue destinado a una expedición las costas meridionales de América del Sur, no como eximio naturista, sino como joven prometedor y acompañante del capitan Robert Fitzroy.


¿Porqué de acompañante?

En el Reino Unido y mucho más en la “Royal Navy” la clase social era fundamental. Un capitán no podía codearse con la marinería, su status social era superior al del resto de la tripulacion. Fitzroy no buscaba otro naturalista, ya tenía los que necesitaba (Robert McCormick). En realidad, Darwin embarcó en el Beagle como remedio a la soledad del capitán, un acompañante de alcurnia, de alta clase social, con quien pasar las interminables horas muertas en alta mar. Aquel puesto ni siquiera llevaba aparejado un salario, de hecho Darwin tendría que pagar dinero por embarcar en el Beagle.

HMS Beagle: por Augustus Earle (Dibujante) circa 1833.


Buenas noticias para Darwin


En agosto de 1831, cuando se disponía a regresar a Cambridge en octubre, para iniciar la formación especializada en teología se produjo un acontecimiento que cambió su vida. El día 29 recibió una carta de Henslow en la que le proponía participar en un viaje organizado por el Almirantazgo a América del Sur., tras rechazar la invitación, recomendó a Darwin. Admiraba su curiosidad y fascinación por la naturaleza, sabía que era el candidato ideal.


La carta de Henslow


El capitán FitzRoy está buscando más bien un compañero que a un mero colector y no aceptará a nadie, no importa que tan buen naturalista sea, que no se le recomiende sobre todo como un caballero. El recorrido durará dos años. En resumen, creo que nunca ha habido una mejor oportunidad para un hombre con espíritu de trabajo. No deje que lo asalten dudas o falsas modestias acerca de su capacidad, ya que le aseguro que usted es precisamente la persona que buscan. Considere que le ha dado el espaldarazo su guardián y afectuoso amigo, J. S. Henslow.

¡La nariz de Darwin no le gustó!

Charles estaba eufórico. Desde Septiembre a Diciembre reunió todo lo que necesitaba para la expedición. Sólo faltaba la prueba final, la entrevista con Fitz-Roy. Si no la superaba no podría embarcarse en el HMS Beagle. Y a punto estuvo de quedarse en tierra, el capitán creía poseer el don de leer la personalidad de las personas en las facciones de su rostro. Fitz-Roy era morfo- psicólogo y estuvo a punto de impedir a Darwin embarcar en el ‘Beagle’ por su nariz, la que según su apreciación era un hombre falto de decisión. Afortunadamente, acabó aceptando al poseedor de la nariz que le disgustaba y todo quedó resuelto.

Robert FizRoy /Robert McCormick Naturista oficial de HMS Beagle / El aprendiz C.Darwin.


La increíble (y desconocida) vida de Robert McCormick, el naturalista oficial del HMS Beagle


McCormick sin embargo no causó una buena impresión en Darwin que, incluso antes de zarpar, ya lo calificaba como “un asno” en una carta dirigida a John Henslow y fechada el 24 de octubre de 1830: “Mi amigo el doctor (refiriéndose a Mccormick) es un asno pero fingimos llevarnos bien. En estos momentos se encuentra inmerso en la gran duda de si pintar su camarote de gris francés o de blanco pálido. Apenas he escuchado nada de él que no fuese sobre este tema. La culminación de este enfrentamiento terminó llegando en abril de 1832 en Río de Janeiro donde el naturalista y cirujano escocés abandonó la expedición y volvió a Inglaterra.

Continúa…

https://culturacientifica.com/2015/04/17/robert-mccormick-el-naturalista-del-beagle/


Los antecedentes de Robert FizRoy


A la edad de catorce años se embarcó como estudiante voluntario en la fragata “HMS Owen Glendower!, en la que a mediados de 1820 navegó a Sudamérica regresando a Inglaterra en enero de 1822. En el mismo buque fue nombrado guardiamarina y luego transbordado al “HMS Hind” en el que terminó su curso con distinción. El 7 de septiembre de 1824 fue ascendido a teniente luego de pasar un examen que aprobó con la más alta calificación (100 %, porcentaje nunca antes logrado). Su primer destino como teniente fue el “HMS Tetis” y en agosto de 1828 fue designado ayudante de órdenes del contralmirante Robert Otway, comandante en jefe de la Estación Sudamericana a bordo del “HMS Ganges”. Tres meses después fue designado comandante del “HMS Beagle”, nave que realizaba levantamientos hidrográficos (y algo más) en las costas meridionales de América del Sur. Con ella navego más de 40 mil km., dando la vuelta al mundo en casi cinco años y con cero bajas entre su tripulación.

Fragata HMS Owen Glendower / HMS Tetis.
HMS Ganges.
Puerto de Montevideo, 1832 (dibujo Augusto Earle).


Dijo FitzRoy en su diario


”Mientras que en Montevideo traté de tener los fueguinos (eran niños) vacunados, pero el virus no tuvo ningún efecto en ellos poco. Fuegía (la niña de 9 años) estaba viviendo varios días con una familia Inglesa que fue muy amable con ella, y los otros estaban en tierra en sitios diferentes, a veces conmigo. Nadie se fijó en ellos, siendo así que son similares a los indios de la zona..


Lo que no dijo: ¡Se llevo la única bandera que había en la Ciudadela!


“Para la visita que hizo S.E excelencia (Lavalleja) a la corbeta de guerra inglesa ,estacionada en el puerto de Montevideo se le facilitó al comandante de ella la bandera que se enarbolaba en la ciudadela, la que no ha sido devuelta hasta la fecha; y el que suscribe supone que la a haber llevado por olvido, en consecuencia de lo expuesto, el que firma se dirige al Estado Mayor General para que se sirva poner este acontecimiento en la inteligencia de la autoridad para que provea está en la falta, en las próximas fiestas que van a dedicarse al “Juramento de la Constitución».


El HMS Beagle en Montevideo


1830/06/28 F134,179 La «Beagle» arriba a Montevideo

1830/07/09 F134, 179 La «Beagle» zarpaba para su encuentro en Río de Janeiro


Dice Andrés A Gómez, (Hermano de Leandro Gómez)


Por ese entonces Sargento Mayor del batallón 1º de Cazadores “que ese día por no tener bandera el batallón “mi espada sirvió para formar con un fusil la cruz donde juro la tropa” Como reforzando esta afirmación argumenta que es difícil que el batallón al igual que los otros tuviesen la bandera Nacional modificada pues la modificación de las cuatro listas azules tenía seis días atrás. Y aun cuando no se hubiera modificado la Bandera de 1828, tampoco podía haber llevado la enarbolada en su cuartel porque estaba prestada y posiblemente perdida según el documento que se trascribe.

Se juró la Constitución uruguaya sin bandera

El 18 de Julio de 1830 se juró la Constitución en la actual plaza de la Constitución (Matriz), entonces denominada Plaza Mayor, frente al edificio que había sido erigido para el Cabildo de Montevideo y en el cual había funcionado en los últimos tiempos la Asamblea Constituyente. El cuadro de Blanes que lo representa, no es real y por consiguiente tampoco el reverso el billete de $ 5.000 de 1986. No tenían un pabellón Nacional (Ref. Boletín de informaciones Año VIII Montevideo Agosto de 1937).

El HMS Beagle Puerto de Sydney 1836.


El HMS Beagle


Fue un bergantín de la clase Cherokee de la Marina Real Británica botado en el río Támesis el 11 de mayo de 1820 desde los astilleros Woolwich. Tenía 27,5 metros de eslora; 7,5 metros de manga; 3,8 metros de calado; diez cañones; 235 toneladas de carga; y una tripulación de 65 hombres.

Segundo viaje alrededor del mundo, 27/12 de 1831 al 2/10/1836, (R. T. Pritchett ).


La muerte de Edward Hellyer, su secretario en Port Louis (Malvinas)

https://beagleproject.wordpress.com/2013/03/06/the-funeral-of-edward-hellyer/


Robert FitzRoy de regreso


Llego a Falmouth, el 2 de Octubre de 1836, después de dar la vuelta al mundo en casi cinco años. El 8 de Diciembre de 1836, se casó con Mary Henrietta O’Brien hija del Mayor General Edward James O’Brien, una joven con la cual había estado comprometido por mucho tiempo, tuvieron tres hijas y un hijo. En 1837 fue galardonado con una medalla de oro por la Royal Geographical Society por sus colaboraciones. Para apreciar el espíritu que animaba a Fitz Roy como investigador, espíritu que lo hizo merecedor del reconocimiento del mundo científico británico, bastaría leer los dos volúmenes de sus narraciones como comandante del HMS Beagle.

En 1839 editó en tres volúmenes la narración de los viajes de levantamiento de los barcos HMS Adventure y HMS Beagle, efectuados entre los años 1826 y 1836, que describen la inspección de las costas meridionales de Sudamérica y la circunnavegación del mundo por el HMS Beagle. Al publicar estos trabajos, FitzRoy especificó que lo hizo autorizado por el comandante P. Parker King que comandó la expedición entre los años 1826 y 1830.


El afloramiento de los egos


“Puede haber metal en muchas de las montañas fueguinas, y lamenté mucho que ninguna persona de la dotación fuera experta en mineralogía, o por lo menos familiarizado con la geología. Es una lástima que tan buenas oportunidades de conocer la naturaleza de las rocas y del terreno de estas regiones se hayan casi perdido. No pude evitar pensar a menudo en el talento y la experiencia requerida para tales investigaciones científicas, de las cuales nosotros carecíamos completamente, por lo que íntimamente resolví que si alguna vez tuviera que dejar Inglaterra en una expedición similar, trataría de llevar una persona calificada para examinar la tierra, mientras los oficiales y yo mismo, nos dedicaríamos a la hidrografía”.

En 1841, FitzRoy fue elegido miembro del Parlamento por Durham y nombrado Conservador de río Mersey en 1842. El primer gobernador general de Nueva Zelanda, William Hobson, murió en 1842 y la Sociedad de la Iglesia Misionera, con fuerte presencia en el país, sugirió a FitzRoy como su sucesor. Se trasladó en el Bangalore a Sídney y de allí a Nueva Zelanda con su esposa, tres niños y su suegro, arribando a Auckland.

De regreso en Inglaterra, en septiembre de 1848 fue nombrado superintendente del Astillero Real, en Woolwich, y el 14 de marzo de 1849 se le dio el mando de la fragata HMS Arrogant, su último mando a flote. En 1851 se retiró del servicio activo, en parte por enfermedad. Ese mismo año fue electo como miembro de la Royal Society con el apoyo de trece de sus miembros, entre ellos Charles Darwin. Nombramiento que lo llenó de alegría y orgullo.

En 1854 por recomendación del vicealmirante Francis Beaufort y del presidente de la Royal Society, fue designado jefe de un nuevo departamento del Board of Trade que se dedicaría a recolectar los datos del tiempo en la mar, como un servicio a la navegación y cuyo título fue «Estadísticas meteorológicas del Board of Trade». Esta pequeña oficina fue la precursora de la Oficina Meteorológica del Reino Unido, la Met Office. En 1861 Fitz Roy estableció una red de quince estaciones costeras que proporcionaban a las naves en la mar, mediante avisos visuales, el estado del tiempo.


Fotos tomadas en 1855 y 1861.


Se sintió traicionado por Darwin


Cuando “El origen de las especies” fue publicado, FitzRoy, al parecer, se sintió traicionado y culpable en parte por lo que le competía en el desarrollo de la teoría. Siete meses después de la publicación del libro el 30 de junio de 1860, tuvo lugar en el museo de la Universidad de Oxford, lo que la posteridad se ha llamado el «Debate de la evolución en Oxford 1860″.


Debate de la evolución en Oxford 1860


Varios destacados científicos y filósofos británicos, Thomas Henry Huxley, Samuel Wilberforce, Benajamin Brodie, Joseph Dalton Hooker y Robert Fitz Roy, entre otros, se reunieron para debatir sobre la teoría de Darwin. Durante el debate FitzRoy atacó el libro y levantando una inmensa Biblia primero con ambas manos y luego con una mano sobre su cabeza, solemnemente imploró a la audiencia que creyeran en Dios en lugar del hombre.

Thomas Henry Huxley / Caricatura de época / Samuel Wilberforce /Caricatura.
Joseph Dalton Hooker / Benajamin Brodie / Robert Fitz Roy.

En 1854 después de la muerte de su primera esposa, se casó en Londres con María Isabella Smyth con quién tuvo una hija. Ya retirado, en 1863, fue ascendido por antigüedad al grado de vicealmirante. En 1865 debido a una depresión, se suicidó. Está enterrado en el frontis de la iglesia All Saints en Upper Norwood, Londres.


El suicidio


FitzRoy se aseguró de que su nombre estuviera siempre en los periódicos, quizás tanto como el de Darwin, pero la presión de predecir el clima que se avecinaba comenzó a decir. Tuvo que lidiar con una prensa hostil y una comunidad científica nerviosa. En 1865 su salud estaba fallando y se vio obligado a mudarse a Norwood por un período de descanso. El domingo, 30 de abril, se levantó para ir a la iglesia y besó a Laura, su hija, mientras caminaba hacia su camerino. Luego giró la llave en la cerradura, levantó su navaja y se cortó la garganta.


Los reconocimientos


En reconocimiento de sus exploraciones y viajes, llevan su nombre, entre otros, el monte FitzRoy, en la frontera entre Chile y Argentina; la isla FitzRoy, situada entre la península de Taita y las islas Humos y Simpson, en la Región de Aysén, en el sur de Chile; el canal FitzRoy, que une los senos Otaya y Skyring en la Región de Magallanes, en el sur de Chile; la bahía FitzRoy, situada entre las islas Gilbert y Londonderry; el islote FitzRoy, situado al SE de la isla Diego, en el canal Cockburn, todos ellos ubicados también en la referida Región de Magallanes. Asimismo lo llevan el río FitzRoy, en el norte de Australia, y el asentamiento FitzRoy en Lafonia, en la isla Soledad, perteneciente al archipiélago de las Malvinas. También han sido nombrados en su honor la conífera de Sud América Fitzroya cupressoides, el alerce, y una especie de delfín designado Delphinus fitzroyi.

El 4 de febrero de 2002, cuando fue necesario renombrar el área de pronósticos marítimos Finisterre para que no se confundiera con la península española del mismo nombre, la Oficina Meteorológica del Reino Unido designó el área con el nombre de «FitzRoy» en homenaje a su fundador Con motivo del bicentenario de su nacimiento, en el año 2005, el Museo Antropológico Martín Gusinde de Puerto Williams, la isla Hornos y caleta Wulaia recibieron sendas placas conmemorativas de su paso por dichos lugares del extremo austral de Chile. En la Universidad de Plymouth se le recuerda con el edificio FitzRoy, ocupado por la escuela de Tierra, Mar y Ciencias ambientales.


Una digresión


De toda esta apasiónate historia, que sucedió “acá a la vuelta” algo nos quedo para los uruguayos y es un mapa de Sudamérica, usado para la ocasión y cuyo título ven abajo. A saber nadie hurgó en su contenido. Haciéndolo como es habitual, sobre posiciones no precisadas y comparándolas con otras, podemos ver la ubicación que le dan los ingleses al campamento de Purificación, casi pegado al veril sur del Rio Dayman.


Cuarterón posición “Campamento de Purificación” / idem pero impreciso.


Debate al rojo: ¿Dónde estaba Purificación?

http://viajes.elpais.com.uy/2012/07/04/recalentando-la-polemica-donde-estaba-puryficacion






Esta nota, que el BHL transcribe agradeciendo la gentileza del autor, Alberto Moroy, fue publicada en el Diario El País el 28 de Enero de 2019.

amoroy@gmail.com


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