Mrak, Antonio

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Antonio Mrak


ESBOZO BIOGRÁFICO DE ANTONIO MRAK Y MATILDE RIVERO

Por Fernando Cairo


Durante siglos de navegación americana, el ingreso al Río de la Plata fue temido, con razón, por los navegantes. La peligrosidad de sus bajos, bancos y restingas; el imprevisto cambio del viento; la repentina aparición del pampero; las tormentas y turbonadas; la inexistencia de cartas náuticas seguras, eran todas razones que hacían temer la navegación por el Plata. De testimonios de infortunados naufragios está cubierto el fondo de nuestro mar.

Lentamente surgen los faros protectores a mediados del siglo XIX que se convirtieron en seguros guías para los navegantes. La Punta del Este, como se conocía al punto de tierra firme más austral de la República, era una península inhóspita en el invierno, barrida de este a oeste por los vientos y las aguas, constituía un obstáculo más para la navegación.

Surgió así la necesidad de levantar un faro en la península, el que se construyó* hacia 1860. Punta del Este se convirtió entonces en una aliada de los marinos, quienes desde sus naves buscaron la divina luz del faro que, soberbio y desafiante, en ella se levanta. Pero no era suficiente; al lenguaje salvador de la luz un joven visionario le agregó su esfuerzo e inteligencia.

Antonio Mrak era su nombre, e instaló, en una Punta del Este desierta, en 1883 una precaria estación de señales. Con el auxilio de un mástil y banderas, Mrak se comunica los barcos, los ayudaba en la navegación proporcionándoles datos que muchas veces las cartas marinas no contenían, informaba naufragios y lo que es más importante: los evitaba.

Extraigo del periódico fernandino "El Conciliador" de fecha 2 de Junio de 1892 la siguiente noticia:

"Casi naufragio - A las 7 y media de la mañana del Martes la oficina semafórica a cargo de don Antonio Mrak, se puso en comunicación con el vapor Enrique Barroso que se encontraba fondeado en la peligrosísima costa de San Rafael, inmediato a la Punta del Este. Supo entonces el señor Mrak, que a tomar tan extrema resolución se vio obligado el capitán del citado vapor a consecuencia de la absoluta falta de carbón, lo que le imposibilitaba para la prosecución de su viaje. La situación del Enrique Barroso era de todo punto peligrosa, y el simple cambio del viento en un octavo al sur ocasionaría su irremisible y total pérdida. Una feliz circunstancia evitó el que ese buque viniera a formar el número cuatro de los naufragados durante los últimos días del mes que feneció, siendo ella "la de encontrarse en nuestra bahía el vaporcito remolcador Toro que fue el que avisado por el jefe de la Estación Semafórica concurrió en el acto a prestarle el auxilio que tan oportuno le fue.

A las 10 a.m. era el Enrique Barroso tomado a remolque por el Toro y conducido con gran dificultad, a causa del fuerte viento y marejada, al puerto, donde consiguió dar fondo a las dos horas de lucha continua y permanece esperando el combustible que casi por su carencia le ocasionó su pérdida. Procede del Brasil, y su cargamento se compone en su totalidad de frutos y productos de aquella nación. En este caso, como en otros muchos, la Estación del Semáforo ha prestado importantísimos servicios."

Pero, ¿quién fue y cómo comenzó?

Este verdadero pionero en el área de prestadores de servicios de Punta del Este, Antonio Mrak, nació el 28 de Diciembre de 1849 a bordo de la nave "Santos", propiedad de su padre, que hacía la carrera de Río de Janeiro a Montevideo.

Siendo muy joven comenzó a trabajar en la Capitanía del Puerto de Maldonado, bajo las órdenes del Coronel Alfredo Costa, quien notando las dotes del joven lo estimuló a navegar y a obtener el título de práctico lemán. Ejerció su nueva profesión durante dos años entre Montevideo y Buenos Aires.

En esa época, conociendo directamente las dificultades de la navegación y la lentitud de las comunicaciones, surgió en él la idea de instalar una estación semafórica en Punta del Este, recibió, sin duda el estímulo de los capitanes de los barcos, a los que por su ocupación tenía oportunidad de tratar. La estación del semáforo, combinada con el telégrafo, prestaría servicios de un valor extraordinario. Pero no sólo concibió la idea, sino que la concretó. Construyó entonces en la península unas habitaciones de madera y zinc donde instaló, en 1883, su estación del semáforo.

Muchas fueron las dificultades que debió enfrentar y los obstáculos que debió sortear. Pero no estaba sólo, contaba con el apoyo de su familia: su esposa Matilde Rivero y sus hijos. Durante años procuró mejorar y perfeccionar el servicio. En 1888 el mar arrojó en Gorriti un mástil de 20 metros de largo, propiedad del Gral. Burgueño, quien se lo cedió a Mrak, y éste, empavesado, lo convirtió en un instrumento de comunicación efectivo y visible desde la distancia.

En 1889, al no obtener el auxilio del Estado para su empresa, y teniendo una numerosa familia que mantener, solicitó del comercio ayuda pecuniaria para sostener la estación. Los servicios que prestaba beneficiaban directamente a distintas firmas y compañías marítimas: la información sobre los barcos, sus cargas, los percances que sufrían, y las noticias que traían, era trasmitida, vía telégrafo, a Montevideo con varias horas de anticipación.

Antonio Mrak gestionó y obtuvo la instalación de una modesta oficina de telégrafo y correo, atendida por su propia familia. Pero Mrak actuó también en otras iniciativas de interés para la incipiente comunidad de Punta del Este. Fue así que presidió la primera autoridad administrativa con que contó Punta del Este: la Comisión Auxiliar, instalada en el propio hogar del matrimonio Mrak-Rivero en 1908.

Esta reseña no estaría completa si no destacara que a Don Antonio Mrak lo acompañó una excepcional mujer en todos los emprendimientos. Pero a Matilde Rivero, hoy queremos recordarla por su contribución a la enseñanza de las primeras letras en Punta del Este.

El 1ero. de Junio de 1896, por iniciativa de la "Liga Patriótica de Enseñanza" (institución creada en 1888 con la finalidad de fundar escuelas en aquellos parajes de la campaña en donde no las hubiera como una cruzada contra el oscurantismo y la ignorancia que pesaban sobre nuestra población rural) se estableció la primera escuela que existió en Punta del Este. Se trató de una escuela muy especial, ya que no era de carácter oficial pero recibía la asistencia técnica del Inspector Departamental de Instrucción Primaria, en aquel entonces el maestro Don Antonio Camacho.

La escuela se denominó "18 de Julio" en honor a la fecha patria que constituye la Jura de la primera Constitución Nacional. La escuela estuvo ubicada en el propio hogar de la familia Mrak-Rivero y contó con una asistencia de 20 alumnos. El 1ero. de Junio de 1896 se procedió a la inauguración cíe la escuela con la presencia de numerosos vecinos y autoridades, entre otros el Jefe Político y de Policía de Maldonado, Cnel. Melchor Maurente. El Inspector Departamental de Instrucción Primaria Mtro. Antonio Camacho dio posesión del cargo de maestra de la escuela a la Sra. Matilde Rivero de Mrak.

A Don Antonio Mrak y doña Matilde Rivero de Mrak se deben los primeros servicios públicos que existieron en Punta del Este: estación semafórica, escuela, servicio telegráfico y correo.

Don Antonio Mrak falleció el 13 de Junio de 1914, su familia permaneció a cargo del semáforo hasta que el 1ero. de Abril de 1915, en que se nacionalizó el servicio en Punta del Este.

Doña Matilde Rivero de Mrak falleció en 1924.

Sin medir esfuerzos, con trabajo, con sacrificio, lograron cimentar el porvenir y el progreso de nuestra ciudad. Vaya en las dos figuras que acabamos de destacar el homenaje a todos aquellos que, a través del tiempo, con honestidad, con trabajo y con inteligencia han contribuido a delinear el perfil de Punta del Este.



Dr. Fernando Cairo

24 de Julio de 1997




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