Diferencia entre revisiones de «Pérez Aquino, Eugenio»
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+ | [[Archivo:Hotel_playa_04.jpg|thumb|frame|right|600px|Cuerpo docente del Liceo Departamental de Maldonado en el período 1917-1919. Eugenio Pérez Aquino, Alberto Odizzio, Humberto Causa, Braulio de Nava, Martiniano R. Chiossi y César Sader (parados de izquierda a derecha). Carolina Cabrera de Amorín, R. Francisco Mazzoni, Eduardo Martínez Monegal, Gonzalo Acosta Viera, Dr. John Edye (sentados de izquierda a derecha). Información aportada por el Dr. Fernando Cairo.]] | ||
Revisión del 12:17 23 jul 2020
Don Eugenio Pérez Aquino, un hombre bueno
Nació en la ciudad de Maldonado el 26 de Septiembre del año 1882.
Cuando sólo contaba 10 años de edad quedó huérfano.
Ávido de saberlo todo, buscó en los maestros de su querida Escuela Ramiréz, el hogar cariñoso donde apoyar la sed de su orfandad; y lo encontró en aquellos grandes maestros como lo fueron Don José Dodera, Don Abelardo Rodríguez y otros.
Recibió de ellos una sólida cultura, que unida a su gran bondad hicieron de él un hombre de honorabilidad y elevados conceptos morales.
Fué el niño poeta, más tarde el escritor, catedrádico y periodista de verba fácil y galana.
Fué miembro del Consejo Municipal de Maldonado; Secretario y Jefe de la Oficina Electoral, también de Maldonado; Senador y Diputado por el mismo Departamento y Catedrático liceal; tuvo destacada actuación en el campo periodístico; administrador de “La Voz del Sud” en el año 1903; director y administrador de "La Reacción" en 1905; “La Defensa” en 1915 y luego, aunque con menos éxito, pues salió dos veces, editó la revista “La Aurora” en 19l8.
En 1914 fue nombrado profesor de Literatura en el liceo de Maldonado, cátedra que fundó y ocupó durante catorce años, dejando en sus discípulos la huella de su generoso espíritu.
Amaba ciega, apasionadamente a su ciudad natal a la que añoraba y a la que dedicó sus mejores versos.
Siendo Diputado por su departamento, el 15 de Julio de 1939, a los 56 años de edad, después de larga y penosa enfermedad, se extinguió la vida del que fuera un ser excepcional, inteligente, íntegro y bueno.