Diferencia entre revisiones de «Cantera Adrados, Saturnino»

Revisión actual del 14:33 20 jul 2021

Saturnino Cantera Adrados.

La Favorita en San Carlos.

La Favorita en San Carlos.

La Favorita en Maldonado, Román Guerra esq. Florida.

Saturnino Cantera Adrados con su hermano, el Padre Vidal Cantera.

• Recuerdos de la familia Cantera

Saturnino Cantera Adrados

Palabras de Alfredo Tassano en el reconocimiento a la trayectoria de la firma Cantera Adrados en Noviembre de 2006.

Don Saturnino Cantera Adrados fue un emigrante español procedente de Burgos, que llegó al Uruguay con 15 años, concretamente a San Carlos, en el año 1931.

Lo había precedido su primo Emiliano Adrados en el año 1921, quien luego de un período como funcionario en el Juzgado de José Ignacio, creó un comercio llamado "La Favorita", al que se incorpora Don Saturnino.

En la década del 40 se instala una sucursal en Maldonado, que luego, con la conducción plena de Don Saturnino, toma el nombre de Cantera Adrados S.A.. Es en esa década que yo conozco a Cantera, cuando se vincula con Esther Canale, con quien forma su hogar.

Conocí su personalidad, fui testigo de su crecimiento como persona y empresario y cada día su figura se acrecienta en el recuerdo de aquellos que pretendemos ser útiles en nuestro quehacer, al aflorar el ejemplo de vida de este hombre culturalmente autodidacta, con gran tesón como todo emigrante, con una innata visión empresarial, que le permitió ponerse a tono con las necesidades de la zona.

Pero lo más destacable de Cantera fue la integridad de su escala de valores, su generosidad y su sentido humanitario. Fue una demostración cabal de cómo se puede conjugar la honestidad con la prosperidad comercial y empresarial.

Todo lo contrario de aquella expresión de Mafalda: "Nadie amasa una fortuna, sin hacer harina a los demás". Cantera creció ayudando. Por varias décadas, en aquel Maldonado que empezaba a hacer eclosión, no hubo vecino que no haya tenido su apoyo - espontáneo e incondicional - para hacer su reforma, construir o vestir su vivienda, cumplir el sueño de la casa propia.

Pero además la empresa Cantera Adrados, por su larga trayectoria y la amplitud de sus funciones se ha comportado como una verdadera escuela comercial, aportando indirectamente, otro matiz en beneficio de la comunidad.

El crecimiento de la demanda fue dando oportunidades a muchos emprendimientos de personas que despertaron a la vida comercial en la plantilla de sus funcionarios y hoy son prósperos o promisorios empresarios.

Saturnino Cantera creció con Maldonado desde su llegada, hace 75 años, y Maldonado creció con Cantera Adrados S.A. al punto de que la firma es parte hoy del imaginario colectivo de su población.

Cantera le transmitió a la Empresa su estilo, sus valores de honestidad y confiabilidad, que son aspectos fundamentales de la personalidad institucional y que han hecho, a pesar de no estar físicamente, que se mantenga intacta su orientación. Dicha orientación hace que a Cantera Adrados S.A. se le considere de una forma especial, se la siente como una empresa con alma.

Hace tiempo se difundió por internet un mensaje de despedida atribuido a Gabriel García Márquez, que decía tener una enfermedad terminal. En uno de sus pasajes expresaba: "Les digo a los viejos, que la muerte no llega con la desaparición física sino con el olvido".

Cantera es un hombre que no merece ser olvidado, porque trabajó intensamente para triunfar.

Cantera, luchando para sí, obtuvo y facilitó riqueza, fue un generador de oportunidades y el referente al que recurrían los buenos vecinos, para obtener apoyo de la más diversa índole, en el logro de sus sueños.

Soy un convencido de que todos debemos luchar intensamente por la concreción de los sueños propios, porque es con la conquista de la dicha personal, que se construye la felicidad colectiva.

Su nombre se proyecta con el de la Empresa, pero su recuerdo está ligado a su generación y es obligación de la historia del lugar mantener viva su obra en los contemporáneos.

Si así sucede, Maldonado se sentirá reconfortado por el reconocimiento a su hijo adoptivo. Y junto a él, su esposa Esther, compañera de toda la vida, estímulo de sus triunfos y solidaria en sus tristezas, que en la acción conjunta honró su nombre y el de su esposo...

Por suerte los genes de Cantera continuan... Hoy su hija Ana María, acompañada de sus hijos, tiene la responsabilidad de conducirla, asegurando la misma pasión y la misma fe inquebrantable en el emprendimiento, que tuvo su progenitor.

Cuando después de tantos años sigo viendo a esta empresa: vigorosa, actualizada y fermental, con colaboradores entusiastas, compenetrados de su responsabilidad y sentido de pertenencia, me hacen refrendar la expresión anterior, de que Cantera Adrados es definitivamente una empresa con alma.