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La Asamblea Representativa de Maldonado, electa en 1925, fue fruto de las primeras elecciones realizadas bajo la supervisión de la Corte Electoral, con el nuevo Registro Cívico Nacional, amparadas por la primera Ley de Elecciones del país. La identificación de las personas distinguidas por la ciudadanía para integrar esta Asamblea fue un proceso exigente y complejo, que llevó 4 años de trabajo.

La Comercial del Este fue durante años el único medio de transporte colectivo terrestre que vinculó al departamento de Maldonado con Montevideo, con todo lo que ello significó, no solo por facilitar el desplazamiento de sus habitantes y por su condición de correo y remesero bancario, sino porque fue para la región el vínculo cultural, su portador de salud, mensajero de sueños y esperanzas.

En cada sitio siempre hay alguien que crea un aire de magia y hay gente que la posee, como decía García Lorca, que tiene "duende". Es imposible sobrevolar la historia de Punta del Este sin mencionar dos personajes del siglo XX: Margarita Fillerín y Alberto Iribarren, quienes imprimieron al balneario un toque de gran distinción y originalidad, sellado con la divisa: autenticidad y excelencia.

La familia Sáder, oriunda del Líbano, inaugura el Playa Hotel en la temporada 1941-42, proyecto del arquitecto Bonomi, y reinaugura en 1947, luego de una ampliación que agregó 4 habitaciones por piso y el 4to piso a la estructura original. La capacidad total del hotel era de 192 pasajeros. Los clientes eran 90% argentinos. La mayoría de los veranos se ocupaban todas las habitaciones.

La madrugada del 21 de Julio de 1965 fue muy diferente para los vecinos de Punta del Este; una niebla espesísima envolvía la costa y a la ciudad; una sirena desconocida invadía con su insitente ulular el balneario y sus alrededores. Los vecinos se preguntaban inquietos el origen de este sonido... El buque Santa María de Luján que había zarpado pocos días atrás de Porto Alegre con destino a Buenos Aires, en virtud de la niebla cerrada, torció su rumbo hasta encallar a 150 metros de la orilla de la Playa El Emir.

En el año 1958 era imperativo destruir el puente de hormigón armado existente sobre el Arroyo Maldonado, casi en su desembocadura en el Océano Atlántico, ya que hacía varios años que había cedido en las basaduras de dos de sus apoyos centrales dando lugar a la caída de tres tramos del piso. La estructura general restante, así como sus accesos y apoyos en tierra firme parecían estar en condiciones normales, pero las inspecciones realizadas por técnicos del Ministerio de Obras Públicas indicaban un deterioro total de sus basamentos que no admitían ningún tipo de reparación, y aún en esas circunstancias no justificaba su inversión, siendo por otra parte insuficiente para el creciente tránsito de una zona llamada a ser la continuación hacia el Este de un Balneario Internacional como ya era Punta del Este.

Demolición del viejo Mariskonea