Revisión del 17:55 28 jul 2016

Recién llegados de vacaciones de invierno, decidimos que Maxime Bentancur de Cuarto Año de Primaria, presentara a sus compañeros la modalidad de trabajo del Club de Robótica.

Una clase de chicos entusiastas fue la que recibió a Maxime. Fue presentada la idea principal del Club, el modo en que Maxime había participado del mismo junto a los chicos de Secundaria, y luego se dejó al alumno que contara su propia experiencia.

Maxime explicó el funcionamiento del programa de robótica, realizó una rutina de muestra e hicimos funcionar al robot.

“¡Está vivo!”, fue el emocionado comentario de un compañero. Todos se pararon, observaron, y acompañaron el recorrido del robot en la ejecución de la rutina. En ese momento Maxime retó a sus compañeros a realizar otras rutinas. Exigente este líder de proyecto no dudó en explicar a cada compañero y ayudarlo a concretar la programación requerida para cada desafío.

Surgieron así nuevos deseos de programar diversas rutinas. Cada una de ellas conllevaba un desafío al razonamiento, al desarrollo de operaciones matemáticas, a deducciones, abstracciones y corrección de rutinas imperfectas. La algarabía, esfuerzo, discusiones interesantísimas y planteos muy correctos, fueron la tónica del taller dirigido por Maxime. ¿El rol de los docentes?: Observar, orientar y divertirnos al verlos disfrutar de las actividades que los llenaron de un entusiasmo que es imposible de transmitir en letras.

¡Un aplauso a este líder de proyecto para Primaria y por el interés que logró generar en sus compañeros!

Observa un adelanto del taller de Maxime