Poema de Liris Sosa de Manfredi para el Padre Domingo
Al Padre Domingo, a 110 años de su nacimiento, Mayo de 2009
Menuda y ágil figura,
por nuestras calles cruzaba...
brindando amor y ternura,
¡el pueblo entero lo amaba!
Hombre de larga barba,
con su sotana marrón;
¡Capuchino de alma blanca
y de noble corazón!
Desde el Templo de San Fernando
compartió su santidad;
al rico, daba consejos...
al pobre, su caridad.
Incansable Padre cura,
dado siempre a trabajar;
de la ciudad conocía
cada punto cardinal.
A sembrar sabiduría,
él su vida dedicó,
fundó capillas e iglesias...
¡y un colegio nos legó!
Sacerdote ante el Altar,
y con Dios, su bendición;
misas, bautismos y a aquellos
que se quisieron casar.
A los niños que adoraba
la Primera Comunión;
que de sus manos aladas
cada uno, la tomó.
Ponía dulzura en sus cantos
¡para al Señor alabar!
me emociona recordarlo
cuando solía entonar.
Por favor, Jesús, no llores,
que nos vas a hacer llorar...
y los niños de esta iglesia
te queremos consolar.
Vamos niños al Sagrario,
que Jesús llorando está...
pero viendo tantos niños
¡muy contento se pondrá!
Padre Domingo de Tacuarembó,
misionero, fundador...
Mensajero de Dios, en la Tierra
su bondad en la Fé ¡cultivó!
Liris Sosa de Manfredi
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