Guardería y Casa-Cuna INAU Maldonado

Maldonado cuenta con un hogar de niños. Fue construido por reclusos, a quienes se pagaba un salario simbólico. Foto de Ricardo Biurrun.

La Guardería y Casa Cuna del INAU fue construida a principios de la década de 1970 con mano de obra de presos y la colaboración de algunos funcionarios de la Intendencia Municipal.

Fue escriturada a nombre del Consejo del Niño. Participaron en la Comisión de dicha obra: por el INAU, Héctor Plada, Procurador; alma mater: Elena González de Cabrera; líder del proyecto y coordinador de las fuerzas vivas consagradas a su concreción: Tito Polakof; Jefe de Policía Esteban Costa, Mario Regina, Morocha Rímoli, Mario Scasso (padre), Pocho Tortorella y su Sra. Olga, la Maestra Angelie Laferranderie, el Dr. Agustoni - quien atendía la salud dental de los niños en el consultorio odontológico de la guardería -, José Asencio, miembro fundador del Club de Leones de Maldonado, donó el calefón allí instalado. Mario Scasso (padre) donó la camilla para el consultorio de la Guardería y Casa Cuna y también, siempre que se lo requería, atendía a los niños con muy buena voluntad. Wilfredo Díaz - de Casa Díaz - donó las cortinas. el Sr. Hagr, el Sr. Tabeira, Mario Gomensoro, el Juez Dr. Clavijo, Mario Sayevich, Moseñor Corso, el Padre Domingo de Tacuarembó y Ricardo Biurrun, entre otros.

Mientras la Guardería y Casa Cuna estuvieron en la vieja casona de la calle Dodera, propiedad de la Sra. Elvira Correa de Marini, la Comisión era quien se hacía responsable de pagar al personal (luego se hizo cargo el Consejo del Niño). Al fondo de la casona había una quinta que plantaba el personal con la colaboración de los niños, produciendo para consumo interno, elaboraban ellos mismos sus alimentos. Los comercios de Maldonado colaboraban con carne, verduras y panificados.

Elena González de Cabrera era una persona que imponía respeto, bajo su estricta mirada todo marchaba a la perfección y todos los niños recibían mucho amor sintiéndose cuidados y contenidos. Su esposo, Isabelino Cabrera, siempre estaba bien dispuesto para todo y era quien llevaba y traía a los presos a trabajar en la obra.

La Sra. Amelita Fortabat también se contaba entre los colaboradores asiduos.