Florentina Defferrari

De Banco de Historias Locales - BHL
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Florentina Defferrari en compañía de quienes la apoyaron, entre ellos profesor Mazzoni.
Grupo de niños dependientes del asilo bajo la dirección de la Sra. Florentina Defferrari, 1927.



Doña Florentina Defferrari de Cuervo, Directora del Asilo de Maldonado, fue maestra y amparó niños del asilo Dámaso A. Larrañaga, procurándoles familia y oficios. Su trabajo impulsó el surgimiento de la Escuela Industrial.

Exposición de motivos del representante Elinger solicitando la designación de la Escuela Técnica Superior de Maldonado con su nombre.
En 2022 se designa con el nombre de FLORENTINA FERRARI DE CUERVO a la Escuela Técnica Superior de Maldonado.



Florentina Defferrari, "educacionista" de profesión, nació en Argentina en 1861 como Florentina Noguez Espil, luego adoptó el apellido del segundo esposo de su madre, seguramente honrando al Sr. Nicolás Alfredo Defferrari, militar, como segundo padre. Sus progenitores, ambos franceses, fueron Fernando Noguez y Graciana Espil.



¿Porqué una Escuela Industrial en Maldonado?



En los fundamentos expresados por la Comisión Pro Escuela Industrial de Maldonado, en octubre de 1926, se expresa el reducido desarrollo que ha tenido la ciudad y la escasez de trabajo, de industrias y de esperanzas de superarse. Por esta razón las nuevas generaciones se iban del departamento en búsqueda de nuevas perspectivas.

La ley de Enseñanza Industrial de 1916, no autorizaba la creación de más de una escuela por departamento, existiendo ya desde el 2 de Marzo de 1925 una escuela industrial en San Carlos.

"Sin embargo Maldonado tiene por su posición geográfica marítima, por los inmensos bosques que la rodean, por sus excelentes arcillas y minerales, elementos más que suficientes para crear industrias propias que den aplicación a tantas fuerzas juveniles y hagan surgir las riquezas que en sus entrañas guardan. Falta solo un instituto que cree operarios inteligentes y de la organización propia a la región. No se procura hacer aquí una obra transitoria, sino duradera."

Un motivo determinante fue la llegada de los niños del Asilo Dámaso Antonio Larrañaga de Montevideo, que en la década del 20, el Consejo de Asistencia Pública comenzó a mandar a esta localidad, con el fin de restablecer su salud.

Estos niños, de quienes se hacía responsable la Sra. Florentina de Cuervo, Directora del Asilo de Maldonado, eran distribuidos en casas de familias a las que se remuneraba con 9 pesos por mes, para su manutención. Algunos testimonies orales cuentan que las familias que llevaban niños del asilo acostumbraban a los recién llegados al igual que a sus hijos a efectuar tareas, tales como lavado y planchado de la ropa, venta de leña, piñas, pasteles, diarios, etc. La sociedad de la época no consideraba perjudicial la realización de estas tareas por niños, sino que lo veían como una ayuda para la familia.

Según testimonios, la idea original de buscar una actividad para los chicos del asilo fue de la Directora de este en Maldonado, persona muy preocupada por los niños a su cargo. Recurrió a la ayuda del señor Mazzoni para llegar a sus objetivos porque en la sociedad de la época era muy difícil que una mujer sola pudiera poner en práctica una obra como ésta.

El Sr Francisco Mazzoni, director del Liceo Departamental, como hombre visionario, observador y preocupado por el porvenir de los jóvenes que no accedían al liceo, tomó la idea y citó a las damas mas vinculadas de la época, la necesidad de crear una escuela industrial. Al liceo era común que llegaran los hijos de profesionales o de gente de cierto nivel social. Mazzoni decía "no todos pueden ser doctores, alguien tiene que ser artesano, carpintero, trabajar con la madera de los pinos y la arcilla".

Era necesario despertar el hábito por el trabajo, por las manualidades, ocupar un rol social productivo, ya que la nueva situación mundial lo hacia necesario "atender a la demanda local mediante la producción local pasa a ser bastante mas redituable que en un pasado reciente".

Manifestaba Mazzoni, el 9 de Octubre de 1926, "sino se creara este instituto, Maldonado sentirá dentro de pocos años, que si bien es un sanatorio para el cuerpo, puede ser una lápida para el espíritu de los pequeños que deben aprender a vivir".

A dos cuadras de la Plaza San Fernando comenzaban los predios deshabitados, matizando el ambiente con dos o tres edificios históricos. La piedra fundamental se colocó en el terreno donado, cito en las actuales calles Rafael Pérez del Puerto entre Dodera y 18 de Julio, era un baldío poblado de chircales y árboles. El mismo no era del total agrado del Sr Mazzoni, quien prefería un terreno sobre la Torre del Vigía (a la que él le daba mucho valor histórico); pero no fue posible porque ya estaban comprometidos.

El terreno donado por la Comisión Administrativa Departamental, necesitaba ser limpiado para llevar adelante la construcción del edificio. La Comisión Pro Escuela Industrial estaba integrada por señoras prestigiosas de la época, la Sra. Fiorentina Deferrari de Cuervo, Ludovica Borrallo de Mesa, Plácida Gorlero de Requena, Lucinda Cabrera de Baria, María Burnett de Santana, María Borrallo de Fernández Izmendi y el Sr. Francisco Mazzoni, Director del Liceo Departamental de Maldonado, que se constituyó como presidente honorario de dicha comisión.

Después de mucho meditar decidieron que el edificio para la Escuela Industrial se construyera frente a las ruinas de lo que fue la capilla del cuartel de Blandengues, completando la perspectiva de una calle que da acceso a la Plaza del Vigía, la cual según ideas de la comisión debía transformarse en una Plaza de Armas y así completar el complejo histórico.


(Extracto del trabajo de las Profesoras Patricia Pagola Rivero y Jenisel Pérez Robaina sobre la Escuela Técnica Superior de Maldonado).




Aporte de Ignacio Grieco Cuervo.



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