Gorlero y Reus
Teófilo Henry, bisnieto de Juan Gorlero, aporta: "Encontré dos referencias a Gorlero de su vinculación con Reus (tan caro le costó por haber sido uno de los que garantizaba las operaciones financieras de este hombre), provocándole su ruina a los 40 años. Donde habla del vaporcito "Ester" , recordé - cuentos de mi abuela - que sus vapores llevaban el nombre de sus 6 hijas.
También recuerdo que Juan, su hijo mayor, le pide a su padre que le permita ir de Capitán del barco que iba por última vez a llevar granos a Brasil, antes de tener que entregarlo, como consecuencia de la quiebra. Navegando muy próximo al puerto de Río grande, se desató un temporal, estuvieron a punto de naufragar. En ese momento Juan le pide a la tripulación que se hinque, y se encomendaron a una estatuita de la Virgen, que tenían a bordo y paulatinamente, fue amainando. La imagen de ese espectáculo siempre estuvo en la familia, incluso recuerdo ver ese cuadro al óleo.
TRANSCRIPCIÓN (extracto del libro: "Emilio Reus, ¿hacedor o villano?"):
"... Otro indicio, algo pintoresco, está relacionado con uno de los tantos paseos que Reus realizaba con los empleados del Banco Nacional. Era il inicio del mes de Diciembre de 1887 y el destino elegido por aquellos había sido Trinidad. Acorde con lo que se informaba en "La Crónica", el 10 de Diciembre, habían asistido "el Doctor don Emilio Reus, Gerente de la sección comercial del mismo establecimiento y varias otras personas invitadas al efecto". Cincuenta era el número de viajeros que formaban la comitiva y que habían partido de Montevideo en tren expreso hacia la barra de Santa Lucía, a las cinco de la mañana. Al llegar allí a las seis y media, el cronista continuaba su narración informando de lo acontecido debido a lo "amenazante del tiempo":
Allí esperaba a la comitiva el vaporcito Ester y otra embarcación, que el señor Gorlero, con una gran generosidad digna de encomio, puso a disposición de los paseantes. Estos embarcándose a las siete con rumbo a la fábrica de Trinidad, pero al llegar frente a lo de Victorica el cielo amenazó tormenta, por cuya razón se vieron en la necesidad de desembarcar en aquel paraje..."