La goleta Muriel - Testimonio de un carpintero naval
(Al momento de su publicación, el testimonio a continuación es anónimo, fue publicado junto a la foto de la tapa del disco).
La verdadera historia de la hermosa goleta Muriel, la que nadie sabe, la que asombrará a mucha gente:
Estaba fondeada en San Isidro, Argentina; oficiales de turno querían 150 cajones de whisky que había en sus bodegas y prepararon un plan para abordarla al amanecer. Advertido el propietario zarpó de noche, escondido, con fuerte temporal - pero esto no fue impedimento; cuando llegaron a capturarla, se llevaron un chasque tremendo.
Contactaron a los uruguayos, que la embargaron en cuanto fondeó en el puerto. Había sido regalada por un maharajá a su favorita de turno, de nombre Muriel, a quien le encantaba tocar el piano (pieza que yo poseo); este era chico y compacto, por eso mucha gente lo confundía con un órgano.
Durante mucho tiempo dio muchos problemas, al final por orden judicial se prohibió su salida de aguas territoriales y quedó a cargo de la subprefectura del puerto de Punta del Este, que debía vigilarla día y noche. Cierto día, se avisó que venía una tormenta, sudestada terrible. Todo fue asegurado, pero “se olvidaron" de la goleta, que fue trasladada a una zona fatal, cerca de las rocas, donde quedó fondeada solo con el ancla de popa, (en mi poder).
Lo demás ya es sabido. Ésta nave era sumamente marinera y sin nadie a bordo, luchó sola día y noche, hasta que reventó la cadena y se fue a morir a las rocas, mientras muchos festejaban por sacarse un problema de encima. Ella no murió de muerte natural, fue asesinada...
Yo vivía en Punta, en el puerto y trabajaba en él, era carpintero naval. Estos hechos fueron presenciados por cientos de vecinos, muchos indignados se quejaron, la goleta podía repararse, debido a la fortaleza que tenía, pero recibió su tiro de gracia de la grúa, que la arrastró sobre las rocas destrozándola.