Poema de Raúl Montañés dedicado a Antonio Lussich
Antonio Lussich
Publicado en el Poemario "Brisas del Este", 1988
Era hijo adoptivo de la tierra mía
en tránsito del bosque, a la poesía
Y desde allí a la recordación
Aún por nuestros rubios arenales
Galopan los Tres Gauchos Orientales
Tres fugitivos de su imaginación.
En un viejo lanchón de salvataje
Hombre y mader en contra del oleaje
¡Era Antonio Lussich el timonel!
Y después de la lidia, en la casona
La transfirugación de la persona
Mateando en la paz de su vergel.
Cuando la tarde degüella el horizonte
Y derrama su sangre sobre el monte,
Es una fiesta de luz y de color
Y luego, en la noche silenciosa
Ramón Lobato con voz aguardentosa
Deshoja vanidades de cantor.
Después de asomar la luna llena
que siembra de azafrán Punta Ballena
Don Antonio Lussich quiere soñar,
Y sueña con el árbol de la vida,
Y sueña con la tierra prometida,
Y un bosque, y una casa frente al mar.
El era un árbol más, raíz y copa
De una gema que trajo de su Europa
y creció en el abrupto roquedal
Y las semillas al ser multiplicadas
Generaron especies tan variadas
Que es más que bosque, paraíso terrenal.
Como en una lengua gris que lame el Plata
En el cristal del agua se retrata
Punta Ballena, una ánfora de amor
Y en las zarandas de las tonalidades
Pasa el tiempo sumando las edades
Del hombre, del árbol y la flor.
Allí descansa Antonio su fatiga
Horizontal, sobre la tierra amiga
La que nutrió las fibras de su ser.
No es una tumba. Es lecho de amapolas
Don de llega el murmullo de las olas
Como oración de todo anochecer.
Allí descansa Antonio su desvelo
Bajo la Cruz del Sur que desde el cielo
Aureola el sueño eterno. El de la paz
Pero cual flor prendida del ramaje
Quedó su nombre engarzado en el paisaje
Como un diamante, sujeto a un árbol más.
Raúl Montañés