UN FRANCÉS AL SERVICIO DE LAS PROVINCIAS UNIDAS DEL RÍO DE LA PLATA
Por Enrique Puig Canabal
El francés al servicio de las Provincias Unidas del Río de la Plata, a quien se refiere el título, es nuestro abuelo cuarto, nacido en 1788 en la ciudad de Toulón, Francia. Se llamaba Félix César Fournier Pousset (los datos de los padres de Fournier son del Archivo Diocesano de Livorno recabados por el autor vía correo electrónico con su directora la Dra. María Luisa Fogolari), hijo de Félix Fournier y de Marie Anne Pousset, quien, entre 1825 y 1828, será uno de los principales corsarios de las Provincias Unidas del Río de la Plata en la guerra con el Imperio del Brasil por la Provincia Oriental o Cisplatina, como la llamaron los brasileños.
De acuerdo a la historia familiar, siempre se habló de su nacionalidad francesa y que su padre con sus hijos había emigrado de Francia en 1793. Sin embargo, toda la bibliografía argentina que hemos podido encontrar, cuando citan el lugar de nacimiento de Fournier, abrevan en las cartas del Cnel. de Marina José Murature quien era muy amigo de Fournier. En esas cartas, Murature dice que nació en Livorno. El autor de las cartas comete un error al dar como lugar de nacimiento a esa ciudad de la Toscana.
Ante la duda del origen de Fournier, surgida por las diferencias entre la historia familiar y las cartas de Murature, solicitamos información al Archivo Diocesano de Livorno. En dicho Archivo encontraron las declaraciones de un señor llamado Félix Fournier, en oportunidad del casamiento de un hijo de éste, llamado Pietro, en 1821. En esa declaración el Sr. Fournier dice ser de Toulón en Francia y que hacía 28 años que había llegado a Livorno. Esta declaración coincide con lo que se sabía en la familia, que el padre de César Fournier había emigrado de Francia a Livorno en 1793. No hemos encontrado su partida de nacimiento, pero la declaración del señor Félix Fournier citada, nos permite asegurar con un alto grado de certeza de que es su padre.
Todavía hoy, tal vez con menos frecuencia, se estila bautizar con el nombre del padre al hijo primogénito. Vemos que los dos comparten el nombre Félix y según el relato del padre, su salida de Toulón coincide con las fechas manejadas en la familia, como indicamos más arriba. En cuanto al año de nacimiento tomamos como cierto el año de 1788, que es el año en que habría nacido, según la versión familiar. La fecha cierta del nacimiento, aún no la hemos podido determinar. Como dato relevante en el asunto del origen de César Fournier, en la información que nos envió la Dra. María Luisa Fogolari, directora del Archivo Diocesano de Livorno, nos dice que el hermano de César, Pietro, declara que es nacido en Toulón, Francia en 1793.
El hecho que desencadenó el alejamiento de su suelo natal, según le relata Murature en sus cartas al hijo de Fournier, fue el episodio de La Vendée en 1793, que él lo cita como "...la revolución del '93...". Este episodio que se desarrolló como un levantamiento de la población de La Vendée contra la Revolución para mantener la religión católica y la monarquía, comenzó en 1793 y finalizó en 1796. En qué momento del año 1793 se produce la salida de Félix Fournier con sus hijos, Félix César y Pierre, de Toulón a Livorno, no lo sabemos.
Félix Fournier muere en 1829 en la parroquia de San Jacopo en Livorno. En cuanto a la madre de los niños sabemos que no llegó a Livorno por lo tanto es posible que haya fallecido antes de la salida de su marido y sus hijos de Francia porque en la partida de defunción de Félix Fournier lo señalan de 71 años y viudo de María Anna Pousset oriunda de Toulón, Francia.
De la infancia de César y de su adolescencia no tenemos datos, salvo los que consignan los autores, Emilio Ocampo (OCAMPO, Emilio. La última campaña del Emperador Napoleón. La independencia americana. 2ª ed. Buenos Aires: Caridad, 2007.) y Patrick Puigmal (PUIGMAL, Patrick, Diccionario de los militares napoleónicos durante la independencia. Argentina, Chile y Perú. Fuentes para la historia de la Repúblicа. Volumen XXXVI. Ediciones de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos. Santiago de Chile. 2013.), en sus obras donde indican que César Fournier ingresó a la Marina de Napoleón como grumete, muy joven, a los 10-12 años, como se estilaba en aquella época.
No hemos podido averiguar si estuvo en Trafalgar, pero creemos que es posible ya que Trafalgar fue en octubre de 1805 lo que quiere decir que Fournier tendría unos 17 años. Según Ocampo (Op. Cit.), Fournier acompañó a Napoleón en su salida de la Isla de Elba hacia la etapa que se llamó "los 100 días" donde Napoleón volvió a Francia, retomó el poder y luego es vencido en Waterloo. De acuerdo al mismo autor y otras fuentes, estuvo involucrado en varios planes de rescate de Napoleón de la Isla de Santa Elena, cuando éste era prisionero de los ingleses.
Luego de la muerte de Napoleón ocurrida en mayo de 1821, Fournier se unió a la revolución del Piamonte que había comenzado en marzo del mismo año.
Los dos episodios que vamos a narrar los hemos basado en las cartas que Murature dicta a su hijo Pepe y tienen como destinatario al hijo de Fournier, ya que no había conocido a su padre y en ellas le da una semblanza del padre y le narra hazañas protagonizadas por éste que Murature conocía de boca del Corsario. También hemos trabajado con documentos que hemos localizado en nuestra investigación en el Archivo General de la Nación en Buenos Aires y en Montevideo, en la Casa de Lavalleja del Museo Histórico Nacional, en las Bibliotecas Nacionales de Montevideo y Buenos Aires, en consultas al Archivo Diocesano de Livorno, además de una bibliografía relativamente extensa. No nos hemos quedado con las citas de la bibliografía estudiada, sino que hemos ido a los archivos a ver la documentación para corroborar la información vertida en las obras consultadas.
A fines de 1824, César Fournier le pide dinero a su padre y compra un barco al que le pone de nombre "La César". En Génova anuncia su partida hacia el Río de la Plata, llevando carga y pasajeros, donde se presenta el Sr. José Manera con su señora Catalina Gatti, su cuñada y su suegra. Manera era otro liberal que había estado en la revolución del Piamonte. Zarpan hacia el Río de la Plata y en el viaje, Fournier se enamora de la cuñada del Sr. Manera que se llamaba Cristina Gatti Baccari, oriunda de Milán y cuando llegan a Buenos Aires, a mediados de diciembre, se casan.
Nos surge cierta curiosidad por la venida al Río de la Plata de Fournier, un lugar tan apartado del mundo que él frecuentaba y nos hacemos la pregunta: ¿por qué vendría Fournier al Río de la Plata? No podemos asegurar ninguna respuesta, pero según Ocampo ya había estado en el Río de la Plata trayendo oficiales de Napoleón, lo que podría ser una posible respuesta a la pregunta. Hay que recordar que muchos oficiales y soldados de los ejércitos de Napoleón, luego de su caída, se dirigieron a América a luchar en las guerras de la independencia de las nacientes repúblicas americanas.
El Cnel. José Murature, quien mandó las cartas al hijo de Fournier, nació en el año 1804 en el puerto de Alassio sobre el Mediterráneo, cerca de Génova. Era hijo de Francisco Murature y Rosa Alsiature. Cuando tenía 9 años su padre lo embarcó como aspirante en una fragata de guerra francesa y a los 11 años era guardiamarina. Una vez caído Napoleón Bonaparte, Murature, se empleó como pilotín y segundo capitán de buques menores. Cuando fallecen su madre y su hermana, deciden con su padre venir al Río de la Plata, más precisamente a Buenos Aires a donde llegan con carta de recomendación para el naviero italiano residente en la que fuera capital del virreinato, el Sr. Carlos Galleano quien era propietario de algunos buques que hacían el cabotaje por el Río Uruguay, el Paraná y el Río de la Plata, Ilegando a Montevideo. Murature trabaja en la flota de Galleano y se casa con la hija de éste. (ZARACÓNDEGUI, Enrique. El Cnel. José Murature. Secretaría de Marina. Subsecretaría. Departamento de Estudios Históricos Navales. Biografías Navales Argentinas. Serie C, No. 6. Buenos Aires. 1961.)
El Cnel. José Murature, fue un gran amigo de Fournier a pesar de los dieciséis años de diferencia de edad que tenían. Pero si bien la edad los podía separar, había algunas cosas que los unía. Una de las cosas era el idioma, los dos eran de lugares relativamente cercanos, Génova y Livorno, y ambos habían sido oficiales de la marina francesa de Napoleón, por lo tanto, podrían haber sido compañeros en la Marina.
Podemos notar la diferencia que hay entre la historia oral y la historia basada en documentos comparando las cartas con los documentos. Murature dicta esas cartas, de memoria, para el hijo de Fournier, cuando éste ya tenía hijos. Como no tenemos las fechas de cuándo fueron dictadas las cartas, tenemos que tomar los años en que transcurrieron estos episodios, entre 1825 y principios de 1828 (si bien la guerra terminó en 1828, Fournier partió de Buenos Aires en enero de 1828, por lo tanto, Murature tuvo contacto con Fournier hasta esa fecha ya que Fournier no regresará de su viaje y morirá en setiembre de 1828), у considerando que el hijo de Fournier se casó en diciembre de 1857, estamos hablando de 30, 40 o más años de transcurridos los mismos.
De ahí que aquellos acontecimientos que podemos cotejar con la documentación existente, a veces, presentan diferencias. Diferencias lógicas por la edad del que dicta y el tiempo transcurrido entre los episodios y el dictado de las cartas. Se desprende de las cartas la amistad, el respeto, la admiración y el gran cariño que Murature le tenía a Fournier. Es un verdadero apologista del corsario.
En cuanto a cómo era Fournier físicamente y cómo era su personalidad, contamos con tres descripciones. Dos de ellas de sus contemporáneos, su amigo Murature y de Alcides D'Orbigny y una tercera del Dr. Rafael Schiaffino Ruano.
La primera descripción de las tres pertenece al Cnel. Murature:
"Delgado, reuniendo a una agilidad asombrosa una musculatura de hierro aparente para la lucha contra los elementos, a que su genio audaz lo inclinaba a combatir. Era muy parecido a ti, aunque una pequeña cicatriz desfiguraba algo, su expresivo rostro, tan interesante cuando refería alguno de los heroicos episodios de su inquieta vida."
"Nació en Livorno, puerto de mar de la ciudad de Toscana. Perteneciente tu abuelo a la nobleza de Francia, fue arrojado a esta ciudad por la revolución del '93, casándose allí con una hija del jardín de Europa, como llaman a Italia, no recuerdo que geógrafo..."
"Educado en Livorno, y dominado por el deseo de ser útil a su patria contra sus opresores, adoptó la marina..."
"Siendo liberal de la revolución del año '21, tuvo que emigrar de Italia e irse a Francia, de donde arribó a estas playas el año '24. De una energía y de un valor a toda prueba, dominado de una ambición de gloria tan ilimitada como encomiable era la franqueza y lealtad con que llevaba la abnegación por sus amigos, hasta el sacrificio. Las amistosas relaciones en que nos hallábamos con el Brasil, le presentaban un campo inmenso, dónde poder realizar sus gloriosos sueños........." Falta el final.
En esta descripción se refleja la admiración que tenía Murature por Fournier. Tiene algunos errores como el lugar de nacimiento de Fournier que lo da nacido en "Livorno puerto de ciudad de Toscana" cuando en realidad nació en Toulón,Francia. De acuerdo a la información recibida del Archivo Diocesano de Livorno, cuando muere Félix Fournier en los libros existentes en el mencionado archivo figura que murió viudo de María Anna Pousset, por lo tanto, podemos afirmar que el padre de Fournier no se casó con una italiana como dice Murature luego de llegar a Livorno.
La segunda descripción pertenece a Alcide Dessalines D'Orbigny (1802-1857), nacido en Coüeron, Francia, quien fue un naturalista al cual el Museo de Historia Natural de París le encomendó explorar los países sudamericanos. Partió del puerto de Brest en mayo de 1826, llegando a Maldonado el 19 de noviembre del mismo año. D'Orbigny arriba a Maldonado en un momento muy especial de Fournier porque el 21 de setiembre había capturado por abordaje una nave de guerra imperial y entre el 31 de octubre y el 6 de noviembre había defendido la ciudad de Maldonado de un ataque de una escuadra brasileña conformada por una fragata, dos bergantines y una goleta que bombardearon la ciudad, por lo tanto, llega en un momento en que la fama de Fournier está alta en el firmamento. La descripción de D'Orbigny la dividimos en dos porque hay una parte que se refiere al episodio de la Defensa de Maldonado que hace Fournier.
D'Orbigny describe a Fournier de la siguiente manera:
"Poco antes de mi arribo a Maldonado, un hombre de carácter, corsario de alma y bravo soldado, Fournier, harto conocido en la república de Buenos Aires, había adoptado una nueva modalidad estratégica. Rodeado de una tropa pequeña, compuesta por extranjeros de distintas procedencias, verdaderos piratas, la había adiestrado en el servicio triple de la caballería, la infantería y la marina. Tenía seis o siete grandes chalupas, mantenidas siempre en el interior; y en cuanto se enteraba, por medio de sus exploradores, de que en algún puerto de la costa había barcos mercantes brasileños, allá se dirigía de inmediato llevando su flota en carretas que la tropa escoltaba; la flota se hacía al mar y sus jinetes, vueltos de pronto marinos, abordaban resueltamente a los pobres brasileños, sorprendidos por semejante visita. Fournier capturó así un número apreciable de ellos, y los infelices, temiendo por igual a la tierra y al mar, habían terminado por no aproximarse sin terror a los puertecitos que su país poseía en toda la costa de la Banda Oriental." (D'ORBIGNY, Alcide. Viaje por América meridional I. Págs. 60-61. 1a Edición. Colección Memoria argentina. Emecé editores. Buenos Aires, 1998.).
Por último, la descripción de Fournier que dejó el Dr. Rafel Schiaffino Ruano es muy importante porque era nieto de la viuda de Fournier y habrá escuchado de su abuela la descripción del Corsario. Hay también una narración de un momento de uno de los episodios que nos ocupan que se ve que él lo recibió de su abuela a la que se lo habrá contado el propio Fournier.
Seguimos la descripción de Fournier por Schiaffino (El Dr. Rafael Shiaffino Ruano, 1881-1955, era nieto de Cristina Gatti Baccari, viuda de Fournier, que luego de años de viudez volvió a casar con Agustín Schiaffino con quien tuvo un hijo, José Gerónimo Schiaffino Gatti. El Dr. Schiaffino fue médico y publicó varias obras sobre la historia de la medicina.):
"La estatura de Fournier era regular, bien formado, espaldas anchas, regularmente grueso y muy musculoso, siendo de una fuerza poco común su fisonomía algo rosada, ojos azules, no usaba barba, boca mediana, sus dientes completos y muy bien cuidados, frente alta cabeza bien formada y poblada de un pelo castaño oscuro. Tenía una cicatriz en la cara, cerca un ojo y que se le notaba bastante. Su genio era pronto, aunque muy amable y risueño, gustaba de la sociedad de sus amigos de los que se rodeó muy pronto. Era en extremo cariñoso con su señora a tal punto que cuando criaba, temía que todo la dañara. Teniendo idolatría por su primer hijo, el que llevaba su propio nombre, y el que nació el 30 de marzo del año '27. Gozó muy poco de las caricias de los de su familia, pues no pasó sino días en tierra y la vez que más demoró, fue cuando le dieron la casa por cárcel. Era sumamente susceptible, generoso en sumo grado, al punto de nunca negarse a los pedidos que se le hicieran, siendo hasta demasiado confiado con las personas a quienes él creía se le podía tener fe. Era rígido con los que tenía a su mando, pero afable y justo, cuidando de no ofender nunca a sus subalternos, de los que fue siempre muy querido." (Archivo General de la Nación - Fondos particulares - Archivo Dr. Rafael Schiaffino. Mismo archivo, Caja 249, carpeta 6.)
Contenido
- 1 Los dos episodios
- 2 La toma de la Leal Paulistana
- 3 Extraído de una nota de las Memorias de César Fournier, por el Dr. Rafael Schiaffino
- 4 Parte de don José Gordillo al Coronel Leonardo Olivera (Boletín Histórico Nº 38, pág. 53) comunicándole la captura de la Leal Paulistana
- 5 Parte del Cnel. Leonardo Olivera al Gral. Lavalleja
- 6 Periplo de la "Leal Paulistana" como "Maldonado"
- 7 Defensa de Maldonado
- 8 Transcripción de la carta que acompaña el Diario de Fournier dirigida al Sr. Ministro Secretario de Guerra y Marina
- 9 Bibliografía
Los dos episodios
Los episodios que narraremos, los vamos a abordar cronológicamente. Las dos acciones ocurren en el año 1826 y las dos tienen como escenario la Bahía de Maldonado. Pensar que la mayoría de los turistas que disfrutan de esa bahía, no tienen la menor idea de los acontecimientos históricos que se han desarrollado en esas aguas.
La primera acción es la toma por abordaje de la goleta imperial "Leal Paulistana" que se llevó a cabo en la noche del día 21 de setiembre. La segunda acción es la defensa de Maldonado del ataque de una escuadra brasileña formada por una fragata, dos bergantines y una goleta que sucedió entre los días 31 de octubre y el 6 de noviembre. Fournier encara las dos acciones, consciente de que está en inferioridad numérica y escaso de medios.
La toma de la Leal Paulistana
César Fournier compró, en $ 1.500,00, a D. Vicente Casares la goleta "Constancia" el 15 de julio de 1826. La "Constancia" tenía 22 tn. de porte y estaba matriculada en Carmen de Patagones. Fournier la matriculó en Buenos Aires con el nombre de "Profeta Bandarra" y se le dio la patente de corso N° 110 (RODRÍGUEZ, Horacio y HARGENDIGUY, Pablo E. El corso rioplatense. Insti- tuto Browniano, Buenos Aires, 1996).
El Cap. de Fragata argentino Teodoro Caillet-Bois, que fue quien más se ha ocupado de Fournier, en uno de sus trabajos en el Boletín Naval se preguntaba por el raro nombre de la nave de Fournier, "Profeta Bandarra". A nosotros también nos extrañó y logramos saber que se refería a un portugués del siglo XVI, que se llamaba Gonzalo Annes Bandarra, profeta, poeta y zapatero que nació por el año 1500 y murió ca. 1556, oriundo de la localidad de Trancoso (http://www.prof2000.pt/users/secjeste/recortes/historia/Bandarra1.htm).
El 30 de agosto, según Álvaro de Alzogaray (DE ALZOGARAY, Álvaro. Diario de operaciones de la Escuadra republicana, Campaña del Brasil (1826-1828). Archivo General de la Nación. Taller Tipográfico de la Marina. Montevideo. 1934.), parte, desde Buenos Aires, la goleta corsaria "Profeta Bandarra" transportando tropas para la Provincia Oriental para luego seguir hacia Maldonado. Lleva 13 tripulantes. Llegando a Maldonado es interceptado por un bergantín de guerra imperial y once buques de guerra que no pueden rendirlo. Hacia el anochecer quedan en su persecución dos goletas que fondean en la Bahía de Maldonado. Una de las goletas es la "Leal Paulistana" y la otra es la "María Teresa". Ante la presión de los buques brasileños Fournier arrima su goleta lo más posible contra la costa. (Ver Plano N° 1).
Seguimos a Murature en sus cartas:
"En estas circunstancias, y para evitar que su buquе cayera en poder del enemigo, se arrimó cuanto pudo a la costa con su embarcación de poco calado, y fondeó esperando que el enemigo echara lanchas al mar y lo abordara, para lo cual tomó las precauciones del caso y se preparó a pelearlos. Los enemigos fondearon ya al obscurecer, después de haberle hecho algunos disparos sin resultados."
"En la noche, quedando alguna gente de guardia en cubierta, el capitán Fournier bajó a descansar, pero antes del amanecer se despertó, sorprendido con el choque de su goleta, que habíase estrellado contra la playa, abriéndose a los pocos momentos. Supo después que el contramaestre (LYNCH, Francisco, La guerra contra el imperio de Brasil: diario de noticias del Capitán del Puerto de Buenos Aires Coronel de Marina D. Francisco Lynch: 1825-1828.), temeroso de las consecuencias que pudiera tener al día siguiente, por la posición en que estaban, y contando con la temeridad del capitán, soltó la amarra para evitar así los percances a que estaban expuestos."
Por el Diario de Lynch (Op. Cit.) podemos corroborar que un marinero portugués de su misma tripulación fue el que cortó el cabo. Sigue la transcripción del referido Diario:
"Día 14 [setiembre] Ha llegado D. Federico Carfield; ha llegado de Maldonado por Las Vacas, y asegura que el 29 del ppdo., perseguido el corsario Profeta Bandarra por un bergantín y una goleta enemiga, fondeó en el puerto de Maldonado у salvó la arboladura, jarcia, velamen y municiones y que esa noche un marinero portugués de la misma tripulación cortó cable y se fue a la playa." (Ver Plano N° 2)
Siguen las cartas de Murature:
"Una vez en la costa salió Fournier con algunos de sus marineros tierra adentro, encargando a los otros que aprovecharan la lancha para ir por la costa al puerto de Maldonado, mientras fuera obscuro, para no ser vistos de los brasileros."
"Se dirigieron a pie en busca de la primera población, donde Fournier consiguió un caballo para seguir a Maldonado. En esta travesía, acometido, cerca de su partida, por un tigre que se abrazó al cuello del caballo, a pesar de no ser jinete tiene la suficiente sangre fría para sacar una pistola de dos tiros y, apuntando con pulso firme, acierta a herir mortalmente al tigre en el corazón. Como estaba cerca de la población, y con el caballo herido, se vuelve y pide otro caballo, que no le hubieran dado, por la escasez en que se hallaban, a no ser la oferta que le hace de la piel del tigre."
"Todo esto unido a las empresas llevadas a cabo con los buques brasileros, apresados con una goletita relativamente pequeña y teniendo que vérselas muchas veces con buques mercantes armados de algunas piezas de cañón, comenzó a difundir su fama de valiente. Cuando llegó a Maldonado fue muy bien recibido y hospedado por el comandante D. Francisco Muñoz, capitán de aquel puerto, a quien dio cuenta de sus peripecias."
"Poco acostumbrado al caballo, estaba muy rendido y se acostó a dormir. Contaba D. Francisco Muñoz que poco después de acostado le vino un parte de uno de los encargados del convoy de carretas, cargadas con los efectos de las presas, dando cuenta de haberse sublevado la gente y emprendido la fuga en dirección a la Laguna Merim. Con tal motivo D. Francisco Muñoz despertó al Cap. Fournier, avisándole de lo ocurrido. Éste recibió la noticia con la mayor frescura, y contestó con: "Estoy muy cansado y con mucho sueño, necesito despejar mi cabeza para una empresa más importante: Estos dos buques brasileros causaron la pérdida de mi goleta y tienen que pagármela. Por ahora le ruego me deje tranquilo, y deje también a esos pobres bribones que lleven su presa".
"El Coronel, que apreciaba mucho a Fournier, se retiró sin comprender este enigma, y como sabía el sufrimiento físico y moral que había soportado, temió que estuviera mal de la cabeza. Al día siguiente muy temprano, encontró el comandante a Fournier muy repuesto y tranquilo, pidiéndole con insistencia que le hiciera buscar alguna embarcación, lancha o bote por el pueblo, a lo que el comandante contestó que ignoraba existiese embarcación alguna y le parecía difícil encontrarla. Hizo sin embargo el comandante Muñoz las diligencias, y le dieron noticia de una lancha que estaba en la playa, abandonada y abierta en la arena. Se hicieron las gestiones para adquirirla, y fue llevada con bueyes a la rastra, de noche hasta el corralón de D. F. Muñoz, donde el comandante Fournier se encerró solo y, haciendo las veces de carpintero, calafate y pintor, arregló la lancha, aparejándola con una vela. Mientras trabajaba en esto, y buscando algunos ratos de descanso, se paseaba de noche a tomar noticia de la gente que había vuelto, tanto en la lancha como por tierra, y recomendóles que estuvieran prontos para tomar la revancha, guardando el pequeño bote que había salvado del naufragio. (Debe observarse que había a la sazón fondeados cerca de la isla Gorriti dos buques de guerra brasileros, que permanecían allí de estación, a más de uno inglés, igualmente de guerra)."
"Una vez pronta su embarcación, llamó a su gente y les ordenó que tomaran la lancha entre todos y la arrastraran a la playa, lo que hicieron sin titubear, habiendo encargado antes que todos se armaran, y a más distribuyéndoles él algunas armas que pudo proporcionarles el cap. del puerto." (Ver Plano nº 3).
"Reunidos que fueron en la playa todos sus hombres en número de 24, con sus dos cáscaras, les hizo conocer su resolución de ir a abordar los buques brasileros que tanto daño les habían causado. y que al efecto contaba con ellos, pero recomendaba que si alguno temía las consecuencias, podía quedarse en tierra, libre a su propia discreción."
"Allí, pues, se embarcaron en la noche del 21 de setiembre del año 1826 estos marinos, entregados completamente al arrojo y pericia de un hombre que había sabido imponer a los demás la disciplina y comunicar el valor que en estos casos se requería. Se desprendieron de la costa los dos botes en conserva, adelantándose el capitán con el mayor de ellos; en el primero iban 16 hombres y en el segundo 8. Bogaron en imponente silencio hasta acercarse al primer buque. El comandante Fournier recomendó no hacer fuego sino al fogonazo que él diera. En esta disposición atracaron, saltando él el primero. desarmó al centinela y corrió hacia la cámara, donde habiéndoles sentido, subía el comandante, hirió a éste de un balazo y le dió la voz de preso."
Extraído de una nota de las Memorias de César Fournier, por el Dr. Rafael Schiaffino
"... le dio la voz de presos mostrándole la gente que se apodera de su cubierta, preguntó al Comandante Brasilero: "¿Cuántos hombres tiene?" - "Tengo 64" - y Fournier contestó: "Tengo 24 tigres, que si Uds. no se calman harán destrozos."
"Rendido el buque, que se llamaba la Leal Paulistana, prestó sus botes, haciendo embarcar la gente que pudo de los marineros, y los mandó a tierra, quedando los oficiales prisioneros a bordo. Hizo luego largar la cadena por mano y se dirigió a tomar el otro buque; pero aunque esta operación no duró mucho, como hubo algunos tiros disparados de ambas partes, bastó para dar la alerta al otro buque, que con rapidez izó las velas, largó amarras y se puso en fuga..." (Ver Plano nº 4).
(Trunco).
Las repercusiones de la hazaña no se hicieron esperar y sale un parte del Comandante Militar de Maldonado interino, Don José Gordillo, en el cual comunica la buena nueva al Cnel. Leonardo Olivera. A su vez éste por otro parte le comunica al Gral. Lavalleja la captura por abordaje de un barco de guerra imperial y comenta en el mismo ciertas conveniencias para hacerse de caballos. por último, el bando del Ministro de Hacienda de Maldonado que es impreso y figura como "Boletín Num. 1" dirigido al Gobierno de la Provincia dando cuenta de la captura de la Leal Paulistana. Siguen los tres partes.
Parte de don José Gordillo al Coronel Leonardo Olivera (Boletín Histórico Nº 38, pág. 53) comunicándole la captura de la Leal Paulistana
"21 de setiembre 1826
Don José Gordillo al Coronel Leonardo Olivera
Dice: "El Comandante Militar de Maldonado é interino del Departamento, inspirado de la mayor complacencia tiene la satisfacción de dirigirse a su jefe el señor Coronel de milicias y comandante de dicho Departamento, don Leonardo Olivera, instruyéndole de la brillante jornada que a las 11 y 1/2 ó 12 de la noche de este día tuvo lugar en las márgenes del puerto de Maldonado. El capitán del corsario que armó en esta Plaza Fournier auxiliado con dos botes y 35 hombres de tripulación armados, sorprendieron a la goleta de guerra Imperial nombrada Paulistana que existía anclada en este puerto, tomando prisioneros a su Comandante Antonio Carlos Ferreyra, tres oficiales que con la demás tripulación componían el número de 52 hombres, siendo entre estos herido dicho Ferreyra y dos marineros que estaban de centinela, y por la parte de la del corsario ninguno absolutamente."
"Dicho buque aseguran ser de tres cañones de a 8 por banda y 2 de a 24 en la popa y proa; y están bastante pertrechados de municiones y víveres."
"En su consecuencia, el comandante que suscribe espera del señor Coronel se dignará ordenarle lo que deba hacer con los prisioneros, pues la tropa del Teniente don Joaquín Machado la tiene empleada a su resguardo. Quiera el Dios de la Patria marcar con la sabiduría y el valor nuestro deseado destino y que planificada la prosperidad de nuestro suelo, fijare eternamente el pabellón de la libertad."
"Congratulo a V. S. por el éxito favorable de esta empresa, reproduciéndole al mismo tiempo los sentimientos de toda mi consideración y aprecio."
Boletín Histórico Nº 38, pág. 53.
Parte del Cnel. Leonardo Olivera al Gral. Lavalleja
"25 de setiembre 1826
"Don Leonardo Olivera al General Lavalleja
Dice: Adjuntar original del parte que acaba de recibir del comandante interino don José Gordillo avisando el apresamiento que se ha hecho en Maldonado de un buque de guerra enemigo. Dice haber tomado algunas medidas que conceptúa convenientes para proveerse de caballos.
Ver figura nº 1.
Es interesante la manera como se van cambiando los datos en la historia. Murature dice que son dos botes con 24 hombres los que van a abordar la goleta imperial. Murature no dice el total, sino que cita las cantidades que van en cada bote; el primero con 16 hombres y el segundo con 8; lo que da 24. Schiaffino corrobora la cantidad de hombres que participan del abordaje, cuando nos relata el diálogo de Fournier con el capitán de la goleta y nombra 24 hombres; diálogo que con toda seguridad obtuvo de su abuela, viuda del Corsario. Don José Gordillo cita dos botes, pero dice que son 35 hombres los que va a abordar la goleta. Olivera se remite a enviar al Gral. Lavalleja el propio parte de Gordillo. El Ministro de Hacienda de Maldonado ya habla de una falúa y de dos botes y 36 hombres, uno más de lo que dijo Gordillo.
Fournier decide zarpar al amanecer hacia Buenos Aires con su presa, preparado para enfrentar el bloqueo de Buenos Aires. Se encuentra con un Río de la Plata muy frecuentado por naves de guerra enemigas, a las que se enfrenta con astucia y una buena dosis de sangre fría, para poder llegar a Buenos Aires sano y salvo.
Veamos lo que nos dice Murature: (Ver Plano nº 5).
"Al amanecer, izó vela, dispuesto a vencer con su presa todas las dificultades que se le presentaron para llegar aquí. Puesto en marcha, al pasar por Montevideo (2), se encontró con un bergantín de guerra brasilero, con el que entabló el siguiente diálogo: -"¿Qué buque?" - "Número tal" - "¿A dónde va?" - "En comisión urgente a Buenos Aires". En el Banco Chico (3) se encontró con una corbeta, también de guerra, con la cual cambiaron las mismas señales."
"Como llegara a hora bastante avanzada a la vista de la escuadra que se hallaba bloqueándonos, fondeó con el ancla a pique, fuera de su tiro de cañón, pasando toda la noche en vigilancia, hasta el amanecer del día siguiente, que se hizo nuevamente a la vela, con un viento N.N.E., para entrar en balizas interiores."
"Al pasar cerca de los brasileros, impulsado su velamen por un viento que refrescaba cada vez más, (4) la capitana le hizo las mismas preguntas que los otros buques le habían hecho ya, contestando él que venía en comisión urgente para hablar con el almirante, dando un nombre supuesto a la bienaventurada Paulistana."
"Para ganar tiempo, demoraba mucho sus contestaciones, maniobrando siempre con la bandera y el gallardete de terror dos mares. "El chefe, que nos gostaba, indudablemente, das manovras de este rapasiño", que viniendo en comisión para él, ni siquiera se dignaba a tomar rizos le ordenó dar fondo, a lo que contestó: "No entiendo" - Entonces el jefe, desconfiando algo, hizo señales a los buques más ligeros de la escuadra, Caboclo, Río de la Plata y un buque de tres palos, para que le dieran caza; pero antes que éstos se hallaran en condiciones de cumplir las órdenes de su jefe, el rapaz de hallaba (5) entre los nuestros".
"Una vez aquí, izó la bandera argentina, dejando la brasilera más abajo, y disparó un cañonazo, como diciéndoles al Caboclo y demás compañeros: "Lasciate ogni speranza y no os incomodéis por mí, porque es inútil".
Parafrasea al Dante con su "pierdan toda esperanza aquellos que entren aquí", diciéndoles que se resignen a perder su goleta.
"Desde que corrió la voz de que un buque con bandera brasilera parecía querer forzar el bloqueo, toda la población, que siempre se hallaba a la pesca de novedades, empezó a acudir a la alameda, de modo que cuando tu afortunado padre ejecutó esta maniobra, se pudo decir que todo el pueblo en masa le vitoreaba. Los contemporáneos de esa época dicen que era un espectáculo magnífico y conmovedor el que presentaba la ciudad en esos momentos, pues todas sus azoteas y puntos más elevados se hallaban coronados de una muchedumbre inmensa, que atronaba los aires con sus entusiastas vivas al vencedor desconocido, que saliera de aquí casi ignorado para ser bien pronto el héroe de todas las conversaciones. Fondeado junto al muelle, disparó los demás cañones que había cargado, y haciendo una salva de 21 cañonazos, bajó a tierra a descansar de sus fatigas en el seno de su familia querida, siendo antes recibido en brazos por un pueblo agradecido, que manifestaba su entusiasmo disputándose el placer de oír por boca del intrépido marino la narración sencilla de su atrevida empresa."
"Llamado después por el Presidente de la República, don Bernardino Rivadavia, convino en venderle su presa con todo el armamento en 90.000 patacones, que le fueron entregados religiosamente". Por el recibo firmado por Fournier, por la venta de la Leal Paulistana al gobierno, la cifra de venta fue de $ 29.000,00."
Fournier hizo un buen negocio porque perdió la goleta "Profeta Bandarra" por la cual pagó $ 1.500,00 y vendió la Leal Paulistana en $ 29.000,00. Ver el recibo de la venta de la Leal Paulistana y su transcripción.
Periplo de la "Leal Paulistana" como "Maldonado"
- En la noche del 21 al 22 de setiembre de 1826 fue capturada en la bahía de Maldonado.
- Se vendió al Estado por la suma de $ 29.000,00.
- El 26 de setiembre de 1826 pasó al servicio de la Armada del Alte. Brown, con el nombre de "Maldonado", en honor al lugar en que se había realizado la hazaña.
- Comenzó su actividad convoyando transportes militares a la Banda Oriental.
- Actuó en la Campaña del Juncal interviniendo en todos los combantes, entre ellos el del 8/9 de febrero, rindiendo a la "Bertioga", goleta de la misma clase.
- Brown la utilizó como buque insignia en algunas ocasiones.
- Dió apoyo al corsario "Congreso de Fournier cuando volvió con su presa de su famoso crucero por las costas de Brasil el 7 de diciembre de 1827.
- Al final de la guerra se le hizo un desarme parcial, actuando de transporte y aviso con una tripulación reducida.
- A fines de 1828 pasó a desarme y en mayo de 1829 fue atacada por federales salvándose de volar la santabárbara.
- Fue reparada a fines de 1829 y se transformó en pontón alojándose en él la Ayudantía de Marina en el Riachuelo. Se mantuvo en ese destino hasta 1831.
- El 18 de diciembre de 1831 fue vendida a particulares.
Defensa de Maldonado
El segundo episodio es el de la defensa de Maldonado, donde Fournier, con una escasez de medios que no permitía vislumbrar la menor posibilidad de victoria en el enfrentamiento que iba a protagonizar, sale airoso.
De acuerdo con el Diario de Lynch, que transcribimos a continuación, Fournier parte de Buenos Aires el 8 de octubre de 1826 al mando de una pequeña goleta de nombre "Sociedad".
"8 de octubre.
Se hallan prontos a dar la vela los buques siguientes: goleta nacional Sociedad, para Maldonado, al mando del capitán D. César Fournier, conduciendo hasta aquel punto la tripulación que debe embarcarse en el lanchón corsario "21 de Septiembre".
El 12 de octubre a la madrugada la goleta Sociedad, perseguida por cuatro buques de guerra enemigos, embicaba a cuatro leguas de la Colonia, en la playa del Sur frente a la isla de Matamoros. Protegida por la división oriental que asediaba la mencionada plaza, Fournier desembarcó sus oficiales, cuarenta y siete marineros, el armamento, municiones, equipajes y 3 balleneros bajo el fuego de cañón, metralla y bala rasa de las goletas enemigas. Los imperiales se apoderaron de la Sociedad; al hacerlo, la principal goleta enemiga varó en Punta Pipas sumergiéndose, salvando solamente la tripulación. Fournier siguió en carretas a Maldonado llevando su tripulación, efectos y las balleneras." (Ver Plano nº 1 b).
Es de hacer notar que, en los dos episodios, el de la captura de la Leal Paulistana y el de la defensa de la ciudad de Maldonado, Fournier pierde las naves con las que sale de Buenos Aires, una, la goleta "Profesta Bandarra" en la bahía de Maldonado, y la otra, la "Sociedad", en las costas de Colonia.
Para seguir las acciones utilizaremos el "Plano del Puerto de Maldonado, levantado de orden del Rey en agosto de 1803 por don Andrés de Oyarvide", a los efectos de tener una idea de los movimientos de Fournier y de las naves de guerra imperiales. (Ver Plano nº 2 b). (Los movimientos que se muestran en los diferentes planos son meramente indicativos de cómo podrían haber sido los mismos. No hemos encontrado ningún documento donde se diga a ciencia cierta los movimientos realizados por los protagonistas de los buques).
Es importante señalar que en la Bahía de Maldonado en los años 1796 - 1797 se habían construido, por los españoles, tres baterías para la defensa de la bahía. una de las baterías se había emplazado en la Punta del Este, enfrente a la Boca Chica. Dicha batería llevaba el nombre de Batería de Jesús. Esta batería ya no existe y en su lugar está ubicado un local gastronómico. (Ver Plano nº 3 b).
Siguiendo la dirección de Este a Oeste la siguiente batería era la de San José o del Medio, ya que se encontraba entre medio de las tres baterías, a la altura de lo que hoy es la Parada 17 y 1/2 de la Costanera de la Playa Mansa. Esta batería, que es la protagonista de esta historia, todavía existe, pero en muy malas condiciones y en cada sudestada sufre los embates de las aguas, que la van despedazando. Se requeriría una intervención urgente por parte de las autoridades para salvarla. Es una pena que una construcción del siglo XVIII y donde hubo una acción de defensa de la ciudad de Maldonado no tenga la atención de la Intendencia de Maldonado.
Por último, se encuentra la tercera y más al Oeste que se llamó "Batería de la Trinidad" o "Batería de la Aguada", porque estaba ubicada, aún lo está, al lado de la cañada que llegaba a la playa y donde se surtían de agua dulce los barcos que pasaban por esa zona. Esta batería, si bien todavía existe, ha tenido intervenciones de privados y por lo tanto no se encuentra en su estado original. Su ubicación es en la actual Parada 24, punto conocido como "Las Delicias" por el hotel del mismo nombre que funcionó allí durante muchísimos años. Hoy en el lugar funciona otro hotel, con otro nombre. En diciembre de 2009 se colocó una carpa para realizar una fiesta sobre la construcción de la batería. Creemos que también debería ser tenida en cuenta por la Intendencia de Maldonado que es la que más se va a beneficiar con el turismo histórico.
Veamos dos planos de la Bahía de Maldonado en los cuales se podrá apreciar la Bahía con y sin baterías.
En el plano levantado en la campaña de 1789 por don José Suárez, piloto del Rey, no están representadas las baterías, por la sencilla razón de que no existían. (Este plano se encuentra en el Museo Naval de Montevideo. "Plano del puerto de Maldonado en la costa septentrional del Río de la Plata. Sacado por el segundo piloto de la Real Armada D.n José Suárez del que se levantó en la campaña de 1789."). (Ver Plano nº 6).
Sin embargo, en el plano de 1800 del Ingeniero Agustín Ibáñez y Bojons ("Plano de la Bahía de Maldonado reconocido y enmendado el año de 1800 por el Ingen.o de los R.s Extos, D.n Agustin Ibañez y Bojones destinado por la superioridad pa.a los reconocimientos en la campaña, y por el primer Piloto de la R.l Armada D.n Juan de Heredia. Buenos Ayres 4 de agosto de 1801.") ya figuran las baterías por haber sido construidas entre los años 1796 - 1797. (Ver Plano nº 7).
El Diario de la defensa de Maldonado que llevó Fournier durante el enfrentamiento con una escuadra brasileña que se presentó en la bahía de Maldonado y bombardeó la ciudad, comienza el 31 de octubre de 1826. Como figura en su diario, la escuadra brasileña que se presenta en Maldonado está compuesta por una fragata, dos bergantines y una goleta. No se dicen los nombres de las naves de guerra, pero en algunos documentos se señala que la fragata era la "Emperatriz" que portaba 54 cañones y tenía una tripulación de 400 hombres. (Ver Plano nº 8).
Sigamos el Diario:
"Día 31 de octubre
... á las quatro de la tarde ocupó el punto una / División de la Esquadra ymperial compuesta / de una Fragata al afirmar su bandera dirijió / algunas valas á la población, cuya acción no / pudo dejar de hacer sentir un movimiento de / indignación general. Se enarboló enseguida / el pabellón Nacional en la torre, pero / agr(e)gándole abajo el Imperial, lo que se hizo, / porque, haviendo tenido avisos del Gobierno, / que de Montevideo havían embarcado tropas / para desembarcar en esta Ciudad, se / consideró que haciendo tal desprecio a su / fanfarronada, se les hacía conocer, que / havía medios y resolución para repelerlos. / En esta ocaxión no havía ninguna tropa en la / Ciudad, y solo se encontraba la tripulación de / mis Embarcaciones. En este dia, se pensó / entre varios, traher una de las piezas de / Artillería, de las que hay abandonadas en la / punta del Este, y havilitarla como se pudiese. / El Cavildo pasó partes al Coronel Olivera q.e se hallaba con su regimiento en Rocha - / en esta noche sobrevino un temporal de lluvia / y viento al Sud, fuerte."
Fournier se refiere a los tiros de cañón de la escuadra enemiga sobre Maldonado como fanfarronada y se hace izar en la Torre del Vigía abajo del Pabellón Nacional, el imperial, para demostrar que hay determinación y medios para enfrentarlos. Es una acción temeraria y valiente cuando era consciente de que no contaba con cañones, que tenía pocas balas y poca pólvora para enfrentar a cuatro naves de guerra que estaban muy bien pertrechadas y solo una de ellas, la fragata, contaba con 54 cañones.
"Dia 1º de noviembre / ... -el tiempo seguía- se puzo en práctica, el / proyecto de traher el cañón del Este, que no / pudo conseguirse en este día por los / Inconmbenientes que presenta el camino - / toda la contracción fué entonces á la / construcción de la cureña en que devía / montarse el cañón de 24 que se conducía / recibió el Cavildo contestación..."
"Día 2 / ... - el tiempo seguía- llegó el cañón a la Ciudad / se empezó la operación de / desclavarlo... Los / pocos recursos que se encontraban para / conseguir desclavar la pieza, fué causa que / todo este día se pasara en este trabajo."
"Día 3 / ... -el tiempo seguía- se empleó hasta las tres de / la tarde en la operación de desclavar la pieza, / y viendo q.e no se conseguía se determinó abrir oído nuebo el que quedó pronto, a las / nueve de la noche - en esta hora también / quedó pronta la cureña, y pasé a ber al / Coronel Olivera, que había llegado con el resto / de su Regimiento en la tarde, á darle el aviso / de que estando el cañón pronto, pretendía / bajarlo a la batería del medio, y romper el /fuego á la madrugada sobre el enemigo - el / Coronel dió todas las providencias para apoyar la empresa, y todo se dispuso para caminar / a la playa."
"Día 4 / A la una y media de la mañana salimos para / la playa, conduciendo la pieza y su ajuste, ... - el / coronel Olivera con su Regimiento marchó / también a la playa, adonde llegamos a las / dos y media. Con infinito trabajo la pieza se / consiguió montar á las quatro, é inmediatamente / se rompió el fuego sobre la Fragata á medio / tiro de cañón - todas las municiones que yo / havía podido preparar, no alcanzaban mas que / a catorce tiros, por cuya razón, traté de que el / fuego no se hiciese vivo. / A las ocho de la mañana, nosotros havíamos / ya empleado sobre la Fragata los catorce / tiros de cañón, á que respondieron con todos / sus buques con mas de doscientos cañonazos / á bala y metraya - el tiempo á esa hora / amainaba, y los buques se pusieron á la vela / para hecharce fuera del puerto. / Solo pudo conseguirlo uno, los demas / bolbieron a fondear mas á lo largo, á excepción / de la Fragata que siempre estaba en la misma / distancia de la batería. Los enemigos hacían / fuego a bala y metraya, principalmente desde / la Fragata con piezas de 32 y 36. Consumidas / las municiones nos veíamos en el disgusto de / no poder acabar de hacer pedazos la Fragata / Imperial, que no podía moverse de una posición / que la entregaba a nuestros fuegos".
Se nota en el Diario la desesperación de Fournier por no poder hundir la fragata debido a la falta de pólvora y balas. Es interesante incluir aquí, la otra parte de la descripción de D´Orbigny que hace referencia a este episodio.
"Encontrándose un día en Maldonado ese mismo Fournier, una corbeta brasileña avanzó sobre la costa, que sólo estaba dotada de un cañón y tres balas por todo parque. Comenzó por saludar a la corbeta, la cual le disparó toda su artillería, cosa que Fournier esperaba, pues le devolvía sus propios proyectiles a medida que los recibía, hasta que los brasileños cesaron el fuego, advirtiendo que no hacían más que dar armas a su enemigo, y sólo se escaparon porque éste carecía por entonces de lanchas para darles alcance."
"Día 5 / ... -el tiempo se calma- se hicieron todas las requisiciones / posible para obtener alguna pólvora, todos mostraban / el mayor interés en encontrar algún recurso para / obtenerla con la prontitud deseada, y se embiaron / chasques á S.n Carlos, y p.r las inmediaciones -se / desarmó la pieza se retiró de la batería y la cureña se / trajo a la Ciudad. Los buques enemigos tenían sus / embarcaciones menores en el agua, una de ellas se / dirigió para el Leste, como para desembarcar en la / batería, y me dirijí adonde estaba la lancha, q.e con / solo este movimiento se retiró, tirándome algunos / fusilasos, y dos tiros con un pedrero. A medio día no / se havía conseguido mas pólvora que para un tiro, y / entonces concebí el proyecto, de en la noche, abordar / una polacra Sarda que estaba en el puerto fondeada / entre un bergantín y la fragata imperial, suponiendo / que devía encontrar en su bordo alguna pólvora este / proyecto se lo comuniqué al Coronel Olivera, y se / tomaron todas las providencias para ponerlo en práctica / en la noche. Se mandó por el Coronel, según mi / demanda, que se condujera á la playa una canoa, que lo / mismo se hiciera con la cureña, y mientras yo con diez / hombres de mis marineros hiba abordo de la polacra se / montase la pieza en la batería á las diez de la / noche todo marchó para abajo, y yo salí de la playa en / la canoa para abordo del Sardo, cuyo buque abordé á las once, apesar de que havía levantado un fuerte / viento del Sud. Solamente encontré setenta libras de / pólvora, que compré y dose fusiles, con los que / regresé a la batería, sin ser sentido de los imperiales, / á pesar de haver pasado muy inmediato." (Ver Plano nº 13).
"Día 6 / -tiempo bonanza- con la pólvora q.e se trajo / de abordo del buque Sardo, y lo poco que se /havía podido adquirir en tierra, se arreglaron / solo ocho tiros, que se dispararon desde las / cinco de la mañana hasta las ocho, siempre / con preferencia sobre la fragata -el berganin / y la goleta se pusieron á la vela para cubrir / la fragata, y hacer fuego á metraya sobre la / batería- el fuego que hacían los buques era / muy vivo - la goleta que llegó más próxima a la / batería, recibió dos tiros de metraya, que / fueron también aprovechados, que tubo que / retirarse á gran distancia para repararse y / recibir un bote con nueva tripulación de la / Fragata, que se veía con grandes averías. Los / ocho tiros que le dirigimos, y que tubimos la / fortuna de emplear muy bien, fueron / respondidos por mas de 400 tiros, no haviendo habido por nuestra parte mas desgracia que / haverle llevado un brazo una bala, á un soldado / de las milicias de este departamento. a las / cinco de la tarde, apenas el viento permitió, / los buques imperiales dejaron el Puerto, y la fragata hizo rumbo a Montevideo, donde / seguramente tendrá necesidad de / repararse. Por noticias adquiridas por conducto / de los buques de guerra extranjeros que se / hallan en el puerto, se sabe que la Fragata se / bió en grandes apuros, todas las bombas / trabajaban, y á mas sacaban con valdes el / agua -la Goleta tubo cuatro muertos y diez y siete heridos, entre los primeros su / Comandante. En los otros buques no hemos / podido saber cuantos muertos y heridos / tendrían este día, p.r no haver tenido tiempo, / pero puede asegurarse que deve haver sido / considerable."
"Maldonado, 7 de Nobiembre de 1826."
Transcripción de la carta que acompaña el Diario de Fournier dirigida al Sr. Ministro Secretario de Guerra y Marina
"Exmo Sr.
"Por el Diario que tengo el honor de acompañar a / V. E. instruido de todo quanto se ha hecho en la / Ciudad desde que su puerto fue ocupado por una / división de la esquadra ymperial, compuesta de / una fragata, dos Bergantines y una Goleta- / Yo me hallaba en esta ciudad con las tripula- / ciones de mis embarcaciones, desde el dia 23, (...) / lo que me proporcionó hacer conocer alos esclavos / del emperador del Brasil, que los hombres dela li- / bertad siempre tienen recursos para escarmen- / tarlos. Los esfuerzos y decisión de una parte / de vecinos respetables, la coperacion oportuna / del coronel delas milicias del Departamento / Don Leonardo Olivera, auxiliando con su acostum- / brado zelo la empresa, y por fin el entusiasmo / general, que en todas las clases de la población / se sentía, ha sido sin duda lo que mas ha [con-] / tribuido para conseguir el que la División impe- / rial, nose haya señoreado en el puerto de Maldonado, de donde impugnemente pretendia [insultar] / el pabellón de la República. Con este motibo aprovecho esta ocacion [para] / protestar á V. E. toda mi / consideración y respeto [.]
"Maldonado, 7 de Nobiembre de 1826.
(Fdo.) César Fournier
Sr. Ministro Secreto de Guerra y Marina
Para cerrar estos dos episodios y resumir en una frase la personalidad de Fournier, comparto de una época posterior, el extracto de una carta que le enviara Valentín Alsina en 23 de junio de 1842, el que fuera luego, en la década de 1850 gobernador de Buenos Aires, al entonces Gobernador de Corrientes Pedro Ferré, posiblemente ante consulta de este sobre cómo era la personalidad de Garibaldi:
"Dicen que es valentón y emprendedor a lo Fournier".
(Caillet-Bois, Teodoro. los marinos durante la Dictadura. Período 1841-1851, 1935, pág. 108. Extraido de Cavalieri, Daniel. Deuda de Sangre. historia naval y amnesia en la Argentina. Pág. 348. Instituto de Publicaciones Navales. Buenos Aires. 2005.)
Trabajo del Sr. Enrique Puig publicado en la Revista del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, Tomo XLII, Montevideo, 2018.
Bibliografía
- Aguinis, Marcos, "El combate perpetuo". Editorial Planeta. Buenos Aires, 2004.
- Bauzá Araújo, Dr. Carlos A., "Los capitanes del puerto de Montevideo. Desde el proceso fundacional (1726-1730) hasta la Jura de la Constitución (18 de julio de 1830). Ediciones de la Torre. Montevideo, 2005.
- Bosch, Felipe. Historia Naval Argentina.
- Caillet-Bois, Teodoro. "Boletín Naval del Centro Naval", Instituto de Publicaciones Navales. Nos. 28, 47, 48, 51.
- Carranza, Ángel Justiniano. "Campañas Navales de la República Argentina - Cuadros Históricos", Tomo IV. Buenos Aires. 1916.
- Cavalieri, Daniel. "Deuda de sangre. Historia Naval y amnesia en la Argentina". Instituto de Publicaciones Navales Editores.
- Corrêa Da Costa, Sergio. "As quatro Coroas de D. Pedro I". Gráfica Record Editora. Río de Janeiro, Brasil. 1968.
- Corrêa Da Costa, Sergio. "Brasil, segredo de Estado, Incursao descontraida pela histoia do país". Gráfica Record Editora. Río de Janeiro, Brasil. 1968.
- De Alzogaray, Álvaro. "Diario de operaciones de la Escuadra republicana, Campaña del Brasil (1826-1828). Archivo General de la Nación. Taller Tipográfico de la Marina. Montevideo. 1934.
- De Herrera, Luis Alberto. "La Misión Ponsonby". Serie revisión historiográfica, T. I y II. Palacio Legislativo. Montevideo. 1988.
- Donato, Hernâni. "Diccionario das Batalhas Brasileiras. Dos conflitos com indígenas aos choques da reforma agrária (1996)". Biblioteca do Exército Editora. Sao Paulo. 1986.
- D´Orbigny, Alcide. "Viaje por América meridoinal I". 1a Edición. Colección Memoria Argentina. Emecé editores. Buenos Aires. 1998.
- Kenny, Juan Enrique. "La escuadrilla republicana en la Laguna merín (1826-1828). Revistas VII y VIII del Instituto Histórico y Geográfico del uruguay.
- Lynch.
- Martínez Montero, Homero. "Armada Nacional - Estudio histórico biográfico. Montevideo. 1977.
- Ocampo, Emilio. "La última campaña del Emperador Napoleón. La independencia americana.
- Puigmal, Patrick. "Diccionario de los militares napoleónicos durante la independencia. Argentina, Chile y Perú." Fuentes para la historia de la República. Volumen XXXVI. Ediciones de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos. Santiago de Chile. 2013.
- Ratto, Héctor R. "Historia de Brown". Tomos I y II. Librería y Editorial "La Facultad". Buenos Aires. 1939.
- Rodríguez, Horacio y Arguindeguy, Pablo E., "Buques de la Armada Argentina 1810 - 1852, sus comandos y operaciones.", Instituto Nacional Browniano. Buenos Aires. 1999.
- Vale, Brian. "Una guerra entre ingleses. Brasil contra Argentina en el Río de la Plata, 1825 - 1830." Instituto de Publicaciones Navales Editores. Buenos Aires. 2005.
- Zaracóndegui, Enrique.
Volver al archivo de Félix César Fournier en el BHL.

