Pereira, Umberto

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Umberto Pereira.
Los cuatro hijos de Chichí Pou y Umberto Pereira.


Umberto Pereira, el Poeta de Punta del Este


4 de enero, 1923 - 1º de abril, 2005



UMBERTO T. PEREIRA DE MURÓ nació en Punta del Este siendo el menor de ocho hermanos.

Desde temprana edad navegó por la bahía con Don Juan Gorlero, convirtiéndose en su grumete, lo que fue determinante en el contacto y amor de Umberto por el mar y la región.

Estudió en el Liceo de Maldonado, en la Facultad de Derecho y cursó el Profesorado de Historia en el IPA, donde pulió sus dotes de orador.

Publicó en 1957 “Poemas de Punta del Este”.

De su matrimonio con María del Carmen “Chichí” Pou Rivero nacieron cuatro hijos.

Los restos de Umberto están en el Cementerio de Maldonado, en el panteón de mármol blanco que su suegro Jaime Pou construyó para su esposa – la madre de Chichí; tanto Umberto como Manolo Rivero (que vivió hasta los 100 años según compartió Chichí) “pidieron” en vida que cuando fallecieran los enterraran allí.







Cecilia Araújo Aonzo, sobrina nieta, lo recuerda con mucho cariño:





Homenaje: 100 años de Umberto Pereira


Transcripción del Maestro Homero Burgueño de la conferencia del Dr. Fernando Cairo en el Municipio de Punta del Este, 26 de mayo de 2023.



Umberto “Tito” Pereira De Muro nació en Punta del Este el 4 de enero de 1923.

Sus padres fueron Narciso Pereira y Luisa De Muro, quienes se afincaron en la Península a comienzos del siglo XX (1907), donde criaron una numerosa familia. Su casa se ubicaba sobre la Avenida Gorlero, que era un camino de macadán, donde se encuentran el Edificio Kennedy y el Tortugas.

El propio Umberto quien nos cuenta sobre su nacimiento, hermanos y padres:



Mañana voy a nacer



¡Qué madre, mi Dios;

qué padre me vinieron a tocar;

y una tierra que se entrega

apasionada a la mar!


Mañana voy a nacer

desde el vientre de mi madre,

este que hoy contra la tina

tuvo, lavando hasta tarde.


Es tres de enero; la tarde,

víspera con sol de fuego;

“lavamos” toda la ropa

antes del alumbramiento.


Ella siente unos dolores

que ya, con sus nueve partos,

los siente premonitores

y no hace nada de caso …



Cinco hermanos y dos hermanas



“… Y me dijo que me esperan

Luis, María Elena, y Aurora;

Sofía, Adelina y Angélica,

y Miguel: es una gloria. . .”



Don Narciso



“Solía decir mi padre

que era libre pensador,

bolichero, acordeonista.

payador y domador.


Y yo digo que era bueno

con la bondad del amor;

fue su palabra encendida

yesquero deslumbrador.


Hazañas de vida y guerra

contaba y las subrayó

con una gran carcajada,

para ahuyentar la emoción . . .”



Mi madre



“Están en mí los lagos claros de su mirada,

los pequeños regalos de exquisita bondad;

el eco de su canto, las flores que cuidaba,

la presión de su mano de suave acariciar.


Está su honor, sagrario para mi fe cristiana,

el amor al trabajo, su callada humildad;

la sonrisa de afecto que a todos prodigaba,

su perenne deseo de armonía familiar.


Si fue su vida larga cadena de desdicha

fue también soberano ejemplo de piedad;

fue feliz si lo eran aquellos que quería

y olvidando su pena, sufrió por los demás.


La quise cuanto puede quererse en esta vida,

la llevaré conmigo hasta la eternidad...





Infancia



Umberto dedicó dos de sus libros de poemas a su infancia, titulados "Poemas de infancia puntaesteña" I y II, ambos publicados en 1994. El propio Umberto nos comenta a respecto de estos poemas:

“Al proyecto con memorias almacenadas, que es un niño, lo pueblan muchos sueños y experiencias indocumentadas, que en la urgencia de vivir, olvida. Los niños deben ser vistos y oídos, en tales inéditas memorias: su sentir, inteligencia, gustos, ilusiones: sus actitudes y expresiones, porque, si eso no ocurriera, el silencio nos mataría. Debemos oírlos; si no: ¿qué estímulo seguiría el niño que dejamos dormido en el fondo del corazón? La madurez, a veces, despierta y desarrolla esos recuerdos. Sueña otra vez aquel tiempo y nacen los poemas sobre niños o para niños, son aquella nebulosa de vida e inconciencia, que el arte revive...”

¿Cómo era su mundo infantil?

El mundo



En la Avenida Gorlero

teníamos una vaca;

y un jarro verde esmaltado

con la bandera uruguaya.


Teníamos cerdos, gallinas

y había un gallo que anunciaba,

que papá estaba ordeñando

leche al pie de la vaca.


El calor traía a setiembre,

los cerdos se faenaban

y los cajones saleros,

tocino y huesos guardaban.


Se hacían chorizos, morcillas

y había una sola cuchara

con estrellita en el dorso,

que las peleas desataba.


Había en la huerta tomates,

zanahorias, perejil, papas,

oréganos y lechugas

y qué sé yo cuántas plantas.


Y una madre milagrosa

que para diez cocinaba

y hacía todas las tareas

y para colmo, cantaba.


Y papá tenía caballos

y uno era mi “Malacara”;

y el mundo exterior:

galope por la orillita del agua.




Umberto fue un poeta muy expresivo y rico en su lenguaje, que con metáforas bellas y sencillas, reflejó fielmente la vida pueblerina del Punta del Este de otrora. Fue un poeta agradecido a la vida y a sus circunstancias. Amó profundamente su terruño, y le dedicó sus mejores páginas.



Secreto de confesión



Amo los inmensos cielos

de esta tierra puntaesteña;

amo la mar encrespada

y al sol y a la luna nueva.


Almácigos de mis sueños,

volvieron fértil la arena;

como gaviotas mis versos

volaron hacia la sierra.


Amo las islas que tienen

el alma como mi pena;

sola, silente y oscura;

lejana, ignota, secreta.


Amo las velas nocturnas

porque las quiero de veras;

les cambio mi corazón

por la luz de las estrellas.


Las estrellas que palpitan

como la sangre en mis venas;

como las olas que beben

la luz de la luna llena.


Amo perfumes del monte,

amo el vientre de la sierra;

Lac cumbres sabias que miran

más allá de las veredas.


Amo la luz, la alegría,

La flor de la enredadera

azul campana de ensueño

que en mi corazón resuena.


Resuena el chirriar de grillos,

las olas sobre la arena;

la tragedia de las barcas

que parten y no regresan.



Sarah Bollo dijo respecto a la obra de Umberto:

“Surgen en sus poemas los paisajes, las costumbres, los tipos costeros en una evocación que a la vez tiene rasgos y líneas realistas, aunque tono y acento sentimental y nostálgico.”

La bicicleta




Me enseñaba “Cano” Ibarra

con su paciencia de amigo,

para andar en bicicleta,

a guardar el equilibrio.


Contrabalancea tu cuerpo

y mira siempre adelante,

cuando te apoyas con fuerza

en uno de los pedales.


No le dobles el manubrio;

es así como te caes;

cuida bien de no chocar;

mira lo que está adelante.


Con algunos magullones

y muchas manchas de grasa

debidas a la cadena,

dio su fruto la enseñanza.


Algo como de milagro

me iba recorriendo el cuerpo;

avanzar me resultaba

lp más parecido al vuelo.


Qué emoción tocar el timbre;

anunciar: aquí estoy yo;

vean que bien la manejo;

nadie la monta mejor.


A mi vez enseñé a otros;

mi bicicleta presté;

y salí con los amigos

por las rutas a correr.


Me hice hermano del camino,

y de la velocidad,

multipliqué las distancias

en aquel vagabundear.


La constante iniciativa

me permitiría cambiar

a mi antojo los paisajes,

aliado con el pedal.


Así la vida fue un viaje

el movimiento, un placer;

hasta los vientos en contra

nuevas cosas te hacen ver;

que en todo viaje, la fuerza,

debes administrar bien,

la mitad para la ida,

la mitad para volver.


Tu enseñanza, una aventura

le regaló a mi niñez;

por eso, Casciano Ibarra,

siempre te recordaré.


Como todos los niños puntaesteños de esa época Umberto concurrió a la Escuela Nº 5.

El tambor



Soñé que los Reyes Magos

me dejaban un tambor

y pegado a su barrica,

candombe en chas chas mayor.


Que lo llevaba a la escuela

y empezaba a repicar

y que todos en el patio

se ponían a candombear.


Repiques y contorsiones,

canto, baile y ademán;

todos los niños unidos

en murga de carnaval.


Veía a los gramilleros,

mamas viejas y también,

los pasos del escobero

y estandarte de satén.


Unos niños eran negros,

blancos eran los demás;

y a todos los hermanaba

la alegría del compás.


Que lindo sueño mi sueño,

el sueño de mi tambor;

al contarlo me ha salido

un candombe de mi flor,



Dedicó un poema a los Maestros que tuvo la escuela y fue publicado en uno de sus libros: el poema al “Faro” de Umberto, musicalizado por el Profesor Néstor Rosa se cantó en la Escuela Nº 5.

Fue un destacado alumno del Liceo Departamental. Así lo recuerda su Profesora Elodia Montañés Honoré quien le dedicó un poema:

“Adolescente de mirada viva

el que llegara al aula a hora temprana.

Había en sus ojos transparencia cierta

y emotiva inquietud en sus pupilas.


Umberto se llamaba y ponía

énfasis convincente en sus palabras;

cálidamente, en expresión abierto,

solía escribir estrofas encendidas...”




Umberto Pereira se casó con María Carmen Pou Rivero, su amada compañera de toda la vida, con quien tuvo cuatro hijos: Jaime, Marcelo, Rafael y Enrique, quienes a su vez les dieron numerosos nietos.

Umberto se radicó con su familia en Montevideo, aunque nunca perdió el vínculo con su tierra de origen; permanentemente concurría a Punta del Este y Maldonado, alojándose en la antigua “Casa Pou”, perteneciente a la familia de su esposa (ubicada en las calles Dodera y Ventura Alegre).

Fue docente de Historia en Enseñanza Secundaria, en liceos de Montevideo y Pando, y en el Colegio Stella Maris de Carrasco.

Homenajeó a su manera, a los vecinos y también a veraneantes, dedicándoles emotivos poemas, poniendo muchas veces de realce sus trabajos y oficios. Homenajeó a los pescadores, a los alquiladores de caballos, a la cuadrilla de limpieza, a Elías Ruiz y Juan Díaz (electricistas de la usina de Punta del Este), a Aramis Hipólito Ramos, a los camioneros Eleuterio (Viriguti) Hernández y Telésforo (Telefor) Delgado y a Luisa Díaz, entre otros, también a veraneantes como la Flia. Gorlero, Consuelo Behrens, Grasiela Bonomi y la Flia. Hardoy.

“Emitir tal canto, ha sido nuestro rumbo. Para nuestro barquito y el de los demás y nos hace mucho bien. Se nos va cumpliendo un deseo: mirar y traducir con amor en la escritura, el mural de la vida. Dar testimonio de la tierra chica querida, la naturaleza, la carrera personal, la gente que la habita, y un modo de sentir y entender la patria de Artigas, no como burbuja regional, sino como parte del universo.”

Umberto Pereira

Umberto a través de su poesía transmite imágenes de ternura y la fuerza de su poesía, nace de una fina sensibilidad manteniendo, sin embargo, un equilibrio lírico de genuinas resonancias. Le ha cantado a su pueblo como si no fuera un famoso balneario. La sencillez y el tema del humilde se entrecruzan, con el recurso estético de la poesía de la tierra, del mar y de los tipos humanos.

Dice el Dr. Fernando Cairo: Tuve el privilegio de conocerlo y que me distinguiera con su amistad generosa. En una de sus cartas (15.07.87) me aconsejaba:

“...Deseo muy fervientemente que sigas escribiendo, que rescates a lo largo de tu vida, todo cuanto puedas, de los aconteceres que te tengan por testigo, por pequeños que te parezcan, en toda la escala de tus actividades y ocios. Son pocas las personas que tienen esta preocupación y el porvenir los está esperando con su información de testigos lúcidos, que digan bellamente lo que han visto; lo que han sentido; su interrelación con la naturaleza y los seres. Es la tradición del amor y la belleza que, cuando seamos polvo silencioso, escapará de él, con la animación de la voz perdurable, para dialogar con las generaciones que vendrán. No lo olvides. El sabio Clemente Estable, decía: “El que sabe y puede, está siempre en deuda con el que no sabe y no puede.” Saca tiempo de donde no lo haya, para atestiguar. Ese es el saber y la emoción, en los que desea beber, la sed del futuro. Es un acto de amor. Y como dice la Biblia: “Pronto llegará la noche y nos interpelará sobre el amor.”




Libros de Umberto Pereira:



Poemas de Punta del Este – 1957

Poemas de aventuras, regatas y naufragios en “El Este” – 1993

Poemas de infancia puntaesteña I – 1994

Poemas de infancia puntaesteña II – 1994

Poemas de Maldonado I y II – 1994

Poemas de Punta del Este II – 1994

Poemas de Punta del Este III – 1994

Poemas de Punta del Este IV – 1994

Rafael Pérez del Puerto – 1995

Poemas de los relieves y de la circunnavegación – 1995

Guía de Punta del Este, Piriápolis y sus alrededores – 1987

La patria de Artigas (inédito)

Poema de más de 70.000 versos sobre la vida y obra del Gral. José Artigas




Sobre Umberto



Aporte del Maestro Homero Burgueño.

Nuestro orgullo local nos hace llamarlo El Poeta de Punta del Este

En 1957, en ocasión de presentarse los “Poemas de Punta del Este” Sarah Bollo se refiere a su poesía calificándola como fuerte y delicada, real y nostálgica, con sonido de mar y reciedumbre de roca.

Con igual motivo, Juana de Ibarbourou expresará: “EL ESTE YA TIENE SU POETA”.

Tomás Brena escribirá que Umberto es: “… DUEÑO DEL VERSO QUE TODOS SIENTEN Y POCOS EXRESAN”.

Dora Isella Russell se refiere a su obra “Poemas De Punta del Este” “BELLO LIBRO ESCRITO CON AMOR, CON EQUILIBRIO LÍRICO, SIN CAER EN RETÓRICAS Y EFECTISMO. SU PIOESÍA ES DE GENUINAS RESONANCIAS”.

Más cercano a nosotros, en espacio y tiempo, Heraclio Pérez Ubici sentencia que Umberto Pereira “…INICIA UNA LITERATURA DEL MAR”.

En 1966 el gran profesor y crítico literario Domingo Luis Bordoli, en su “Antología de la poesía uruguaya contemporánea” analizando la obra de nuestro poeta, sentencia “. . .LO HA LOGRADO, HA CANTADO A SU PUEBLO COMO SI NO FUERA UN FAMOSO BALNEARIO”.

Todos coinciden en que la sencillez y el tema humano se entrecruzan con el recurso estético de la poesía del mar.

En 1957, en homenaje al cincuentenario de Punta del Este y bicentenario de Maldonado se editan los “Poemas de Punta del Este”, con la finalidad de hacerlos llegar a todas las bibliotecas y liceos de Maldonado, Lavalleja y Rocha.





Umberto en Gorlero.
Con el familión Rivero Moreno: Celiar Cuervo, Celiar Hernández, Roald Amundsen Hernández, Ignacio Grieco, Jaime Pereira Pou, Marcelo Pereira Pou, Ángela (Lita) Cuervo Rivero, Horacio Bolani, Elcira (Chichita) Fígoli, Eduardo Bolani Alvez, Elbio Rivero, ==Umberto Pereira==, María del Carmen (Chichí) Pou Rivero, Elcira Rivero, María Celia (Chechela) Cuervo Rivero, Ángeles Rivero, Elbio Rivero Fígoli, José Luis Serra Rivero, Manuel Rivero Moreno, Rafael Enrique Pereira Pou, Brenda Cuervo, María Eloísa Rivero Fígoli, Eloísa Halty, Honorio Grieco Nieves, Maruja Moreno, María Gloria Hernández Cuervo, Ángela Rivero, Sandra Bolani, Juan Serra Tur, Jaime Pou, Laura Moreno, Nena de Viana, "Tuta".
Brenda Cuervo, Chichí Pou, Umberto Pereira, muelle de Las Delicias, 1943.


Chichí y Umberto.
Umberto Pereira e hijos.
Jaime Pou, Chichí Pou, Tuta, la Nena de Viana y dos de los hijos de Chichí y Umberto Pereira (Marcelo en brazos, Jaime de pie).
Jaime Pou, Umberto Pereira, Tuta, la Nena de Viana, Marcelo y Jaime Pereira Pou.


Así se veía Punta del Este en los tiempos de Umberto.


Autógrafo de Umberto Pereira.



Umberto Pereira (foto de foto compartida por Marcos Salaberry en FB).




Visitar el archivo de Chichí Pou




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