Diferencia entre revisiones de «Biografía de Raúl Montañés»

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==Biografía de Raúl Montañés - investigación de Sergio Sánchez==
 
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Raúl Montañés nació el 3 de Abril de 1916 en los ejidos de Maldonado, zona de Punta Ballena. Más adelante su familia se mudó para lo que fue conocido durante mucho tiempo como el rancho de los Montañés. El rancho estaba afincado en La Loma, en la misma zona donde hoy está el Sanatorio Mautone. Había una cañada donde ahora está la rotonda y había explotación de yacimientos de carbón, era zona huyera.  
 
Raúl Montañés nació el 3 de Abril de 1916 en los ejidos de Maldonado, zona de Punta Ballena. Más adelante su familia se mudó para lo que fue conocido durante mucho tiempo como el rancho de los Montañés. El rancho estaba afincado en La Loma, en la misma zona donde hoy está el Sanatorio Mautone. Había una cañada donde ahora está la rotonda y había explotación de yacimientos de carbón, era zona huyera.  
  
Su padre, Sinforiano Montañés, era agricultor, chacarero, aunque hay quien lo recuerda como carrero y turbero: sacaba carbón y lo llevaba en carretas. La chacra llegaba hasta Las Delicias y Raúl, niño todavía, vendía las verduras de mañana y de tarde vendía los productos del horno de la madre, doña Inéz Medina, pan casero a 5 centésimos, las tortas dulces a vintén. Vendía el niño pero en otro Maldonado, con una fisonomía muy diferente a la actual.
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Su padre, Sinforiano Montañés, era agricultor, chacarero, aunque hay quien lo recuerda como carrero y turbero: sacaba carbón y lo llevaba en carretas. La chacra llegaba hasta Las Delicias y Raúl, niño todavía, vendía las verduras de mañana y de tarde vendía los productos del horno de la madre, Doña Inéz Medina, pan casero a 5 centésimos, las tortas dulces a vintén. Vendía el niño pero en otro Maldonado, con una fisonomía muy diferente a la actual.
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Era una aldea con calles de barro y muy pocos habitantes. Les decía una vez, a Ariel Medeiros y Jorge Landi, en la que fuera su última entrevista: "bienvenidos todos los que llegan a Maldonado, bienvenidos si tienen empleo, porque no da la capacidad de ocupación laboral para tanta gente que viene, buscando este - que yo llamo el cabo de la buena esperanza".
 
Era una aldea con calles de barro y muy pocos habitantes. Les decía una vez, a Ariel Medeiros y Jorge Landi, en la que fuera su última entrevista: "bienvenidos todos los que llegan a Maldonado, bienvenidos si tienen empleo, porque no da la capacidad de ocupación laboral para tanta gente que viene, buscando este - que yo llamo el cabo de la buena esperanza".
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De la infancia de Raúl hay más, porque entre tantos hermanos era mucha la chispa que saltaba, estaban Ramón, Sinforiano (conocido como Foro, de profesión Policía), Berna, María Celia, María Elisa, María Inés, Juan Ramón (conocido como El Nene o El Porola); y por supuesto Washington, el extraordinario cantor y payador.
 
De la infancia de Raúl hay más, porque entre tantos hermanos era mucha la chispa que saltaba, estaban Ramón, Sinforiano (conocido como Foro, de profesión Policía), Berna, María Celia, María Elisa, María Inés, Juan Ramón (conocido como El Nene o El Porola); y por supuesto Washington, el extraordinario cantor y payador.
  
De joven, durante unos años fue militar, soldado del arma de infantería en el 11º de Colonia del Sacramento, en el 18º de artillería de Flores; también sirvió en el arma de caballería en el 7º de Santa Clara de Olimar, a donde llegó en comisión durante la revolución de 1935 contra la dictadura de Terra.
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De joven, durante unos años fue militar, soldado del arma de infantería en el 11º de Colonia del Sacramento, en el 18º de artillería de Flores; también sirvió en el arma de caballería en el 7º de Santa Clara de Olimar, a donde llegó en comisión durante la revolución de 1935 contra la dictadura de Terra. Como soldado, hizo 23 días a caballo para seguir los movimientos de los revolucionarios. En Santa Clara conoció a Serafín J. García, quien era en esa época escribiente de la policía y andaba con un cuaderno negro. "Son poemas", le dijo... era el original de "Tacuruses".
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En el archivo de su hija hay una foto de 1937 donde aparece sirviendo en el regimiento de caballería de Durazno. "Pasé por todas las armas, pero el arma que yo tenía por suerte era el verbo, era un esgrimista del verbo y la poesía".
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Un día dejó el ejército y salió a recorrer la patria a pie. Un linyera que andaba cantando, y del que los suyos no sabían nada, hasta que otro día, "el hijo pródigo" - al que casi habían dado por muerto - volvió a casa.
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Mientras lo recuerdan como pintor de brocha gorda, cantando sus canciones mientras trabajaba, sus poesías ya despegaban de aquel árbol frondoso que eran su sentimiento, su creatividad y su amor incontrolable por su tierra y su gente. Las repartía con amigos, en fiestas criollas y en los boliches también.
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A fines de la década del 30 se casó con un ángel que Dios puso en su camino... María Ramona Rodríguez, Maruja, que vivió toda su vida locamente enamorada de Don Raúl. Excelente mujer con la que compartió la fe de un hogar cristiano, al que llegaron primero Nahyr y luego Raulito. 
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Después que se abre Radio Maldonado, en 1942, un poco por colaborar con la emisora pero otro poco por sacar a luz tanta creatividad latente, los Montañés se largan al escenario. No solo hacen radioteatros, sino que componen un grupo que - desde la salida al aire en la radio - se hará muy popular y comenzará a actuar en fiestas; son llamados a actuar en Rocha y San Carlos, por ejemplo; el conjunto Tradición. Lo dirigía Raúl, y estaba integrado por sus hermanos Washington y Berna, por Humberto Castro, que era un gran recitador, además de otros guitarristas y un acordeonista. Actuaron en el Paz y Unión y en el predio donde hoy se levanta Maldonado Nuevo, donde se organizaban grandes fiestas de campo.
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En 1949, Raúl Montañés publica su primer libro, "Rescoldos", con poemas del género criollo. Al año siguiente publica "Con la voz del corazón", y en 1951 publica "Cacharpas". Es difícil saber cuántos libros publicó. Él decía que en sus épocas un libro entero lo escribía en una semana. Con datos de su familia y algún amigo llegamos a 18 títulos, aunque esta cifra no es segura. Por otro lado él decía que quedaban varios cuadernos llenos de poesías inéditas.
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En 1951, época en que Maldonado y Punta del Este estaban en medio de arenales, hubo un hombre que además de fundar el Cantegril Counbtry Club, hizo unos festivales de cine sensacionales: Mauricio Litman. A los festivales de cine venían grandes artistas de EEUU, Brasil, Italia, Francia, México y por supuesto Argentina. Dino de Laurentis, Silvana Mangano, Carlo Ponti, Pedro Armendáriz y entre otros el querido Mario Moreno, Cantinflas.
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Uno de sus recuerdos luminosos era de aquel dos de marzo de 1951, cuando desde un palco armado en plena calle Gorlero, el pueblo uruguayo le rindió un homenaje a Cantinflas. Primero se esuchó a la orquesta de Xavier Cugatt, y ante el Presidente de la República, Montañés improvisó para homenajear al gran mexicano. Cantinflas estuvo una semana y Don Raúl, que convivió mucho con él, siempre recordó la excelencia de ser humano que era, sin vanidad alguna.
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Antes de irse a Montevideo, a esa altura acostumbraba a payar de contrapunto con Aquilino Jorge y Lucio Dutra, payadores del Maldonado de su tiempo, que él siempre reconoció como sus impulsores. Nunca antes había payado en un escenario. Tal vez ellos ayudaron a despertar la pasión por la payada. Para el año 1952, Raúl, Maruja y sus gurises se radican en Montevideo. Viven en distintas casas, pero siempre en el barrio Goes. Al comienzo y durante años en una sola pieza y en otras casas humildes.
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Una de las primeras cosas que hizo en Montevideo fue actuar en La Hora Gaucha de Nicolás Fernández, donde decía poesías o cantaba alguna milonga criolla. De a poco comienza a hacerse conocer y es invitado a participar con Luis Alberto Martínez a una audición radial muy escuchada.
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En el año 55, cuando la epidemia de poliomielitis, conoció a Rosas Riolfo y a Chocho Riberon, que andaba con la idea de juntar payadores para recorrer el país y ayudar en estas causas. Fueron a hablar con él por recomendación de Luis Alberto Martínez y Héctor Umpiérrez, quienes sabían de la calidad de Montañés; se encontraban frecuentemente en los lugares a donde iban los payadores en la época, pulperías, ranchos y boliches... los payadores no habían llegado a los salones todavía. Pero eso iba a cambiar con la Gran Cruzada Gaucha.
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'''¿Qué fue la Gran Cruzada Gaucha?'''
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La Gran Cruzada Gaucha fue un movimiento de payadores rioplatenses, nacido en el año 1955 en la Banda Oriental, dirigidos por Dalton Rosas Riolfo y Emilio Riverón, que conmovió al país movilizando multitudes a su encuentro. Fueron algunos de los payadores participantes Raúl Montañés, Carlos Molina, Clodomiro Pérez, Luis Alberto Martínez

Revisión del 09:40 29 oct 2015


Biografía de Raúl Montañés - investigación de Sergio Sánchez

Raúl Montañés fue uno de los grandes payadores orientales (El Payador Fernandino). Nacido en el departamento de Maldonado, junto a su hermano Washington (también payador) es una de las celebridades artísticas que Maldonado registra en sus memorias.


Raúl Montañés nació el 3 de Abril de 1916 en los ejidos de Maldonado, zona de Punta Ballena. Más adelante su familia se mudó para lo que fue conocido durante mucho tiempo como el rancho de los Montañés. El rancho estaba afincado en La Loma, en la misma zona donde hoy está el Sanatorio Mautone. Había una cañada donde ahora está la rotonda y había explotación de yacimientos de carbón, era zona huyera.


Su padre, Sinforiano Montañés, era agricultor, chacarero, aunque hay quien lo recuerda como carrero y turbero: sacaba carbón y lo llevaba en carretas. La chacra llegaba hasta Las Delicias y Raúl, niño todavía, vendía las verduras de mañana y de tarde vendía los productos del horno de la madre, Doña Inéz Medina, pan casero a 5 centésimos, las tortas dulces a vintén. Vendía el niño pero en otro Maldonado, con una fisonomía muy diferente a la actual.


Era una aldea con calles de barro y muy pocos habitantes. Les decía una vez, a Ariel Medeiros y Jorge Landi, en la que fuera su última entrevista: "bienvenidos todos los que llegan a Maldonado, bienvenidos si tienen empleo, porque no da la capacidad de ocupación laboral para tanta gente que viene, buscando este - que yo llamo el cabo de la buena esperanza".


De la infancia de Raúl hay más, porque entre tantos hermanos era mucha la chispa que saltaba, estaban Ramón, Sinforiano (conocido como Foro, de profesión Policía), Berna, María Celia, María Elisa, María Inés, Juan Ramón (conocido como El Nene o El Porola); y por supuesto Washington, el extraordinario cantor y payador.


De joven, durante unos años fue militar, soldado del arma de infantería en el 11º de Colonia del Sacramento, en el 18º de artillería de Flores; también sirvió en el arma de caballería en el 7º de Santa Clara de Olimar, a donde llegó en comisión durante la revolución de 1935 contra la dictadura de Terra. Como soldado, hizo 23 días a caballo para seguir los movimientos de los revolucionarios. En Santa Clara conoció a Serafín J. García, quien era en esa época escribiente de la policía y andaba con un cuaderno negro. "Son poemas", le dijo... era el original de "Tacuruses".


En el archivo de su hija hay una foto de 1937 donde aparece sirviendo en el regimiento de caballería de Durazno. "Pasé por todas las armas, pero el arma que yo tenía por suerte era el verbo, era un esgrimista del verbo y la poesía".


Un día dejó el ejército y salió a recorrer la patria a pie. Un linyera que andaba cantando, y del que los suyos no sabían nada, hasta que otro día, "el hijo pródigo" - al que casi habían dado por muerto - volvió a casa.


Mientras lo recuerdan como pintor de brocha gorda, cantando sus canciones mientras trabajaba, sus poesías ya despegaban de aquel árbol frondoso que eran su sentimiento, su creatividad y su amor incontrolable por su tierra y su gente. Las repartía con amigos, en fiestas criollas y en los boliches también.


A fines de la década del 30 se casó con un ángel que Dios puso en su camino... María Ramona Rodríguez, Maruja, que vivió toda su vida locamente enamorada de Don Raúl. Excelente mujer con la que compartió la fe de un hogar cristiano, al que llegaron primero Nahyr y luego Raulito.


Después que se abre Radio Maldonado, en 1942, un poco por colaborar con la emisora pero otro poco por sacar a luz tanta creatividad latente, los Montañés se largan al escenario. No solo hacen radioteatros, sino que componen un grupo que - desde la salida al aire en la radio - se hará muy popular y comenzará a actuar en fiestas; son llamados a actuar en Rocha y San Carlos, por ejemplo; el conjunto Tradición. Lo dirigía Raúl, y estaba integrado por sus hermanos Washington y Berna, por Humberto Castro, que era un gran recitador, además de otros guitarristas y un acordeonista. Actuaron en el Paz y Unión y en el predio donde hoy se levanta Maldonado Nuevo, donde se organizaban grandes fiestas de campo.


En 1949, Raúl Montañés publica su primer libro, "Rescoldos", con poemas del género criollo. Al año siguiente publica "Con la voz del corazón", y en 1951 publica "Cacharpas". Es difícil saber cuántos libros publicó. Él decía que en sus épocas un libro entero lo escribía en una semana. Con datos de su familia y algún amigo llegamos a 18 títulos, aunque esta cifra no es segura. Por otro lado él decía que quedaban varios cuadernos llenos de poesías inéditas.


En 1951, época en que Maldonado y Punta del Este estaban en medio de arenales, hubo un hombre que además de fundar el Cantegril Counbtry Club, hizo unos festivales de cine sensacionales: Mauricio Litman. A los festivales de cine venían grandes artistas de EEUU, Brasil, Italia, Francia, México y por supuesto Argentina. Dino de Laurentis, Silvana Mangano, Carlo Ponti, Pedro Armendáriz y entre otros el querido Mario Moreno, Cantinflas.


Uno de sus recuerdos luminosos era de aquel dos de marzo de 1951, cuando desde un palco armado en plena calle Gorlero, el pueblo uruguayo le rindió un homenaje a Cantinflas. Primero se esuchó a la orquesta de Xavier Cugatt, y ante el Presidente de la República, Montañés improvisó para homenajear al gran mexicano. Cantinflas estuvo una semana y Don Raúl, que convivió mucho con él, siempre recordó la excelencia de ser humano que era, sin vanidad alguna.


Antes de irse a Montevideo, a esa altura acostumbraba a payar de contrapunto con Aquilino Jorge y Lucio Dutra, payadores del Maldonado de su tiempo, que él siempre reconoció como sus impulsores. Nunca antes había payado en un escenario. Tal vez ellos ayudaron a despertar la pasión por la payada. Para el año 1952, Raúl, Maruja y sus gurises se radican en Montevideo. Viven en distintas casas, pero siempre en el barrio Goes. Al comienzo y durante años en una sola pieza y en otras casas humildes.


Una de las primeras cosas que hizo en Montevideo fue actuar en La Hora Gaucha de Nicolás Fernández, donde decía poesías o cantaba alguna milonga criolla. De a poco comienza a hacerse conocer y es invitado a participar con Luis Alberto Martínez a una audición radial muy escuchada.


En el año 55, cuando la epidemia de poliomielitis, conoció a Rosas Riolfo y a Chocho Riberon, que andaba con la idea de juntar payadores para recorrer el país y ayudar en estas causas. Fueron a hablar con él por recomendación de Luis Alberto Martínez y Héctor Umpiérrez, quienes sabían de la calidad de Montañés; se encontraban frecuentemente en los lugares a donde iban los payadores en la época, pulperías, ranchos y boliches... los payadores no habían llegado a los salones todavía. Pero eso iba a cambiar con la Gran Cruzada Gaucha.


¿Qué fue la Gran Cruzada Gaucha?


La Gran Cruzada Gaucha fue un movimiento de payadores rioplatenses, nacido en el año 1955 en la Banda Oriental, dirigidos por Dalton Rosas Riolfo y Emilio Riverón, que conmovió al país movilizando multitudes a su encuentro. Fueron algunos de los payadores participantes Raúl Montañés, Carlos Molina, Clodomiro Pérez, Luis Alberto Martínez