Isla de Gorriti como lugar de prisión. Pedro Medrano y Cabrera.
La Isla de Gorriti sirvió durante el período colonial como prisión.
Su nombre previo fue el de Isla de Maldonado, denominada así oficialmente, por lo menos desde 1594.
Es de hacer notar que este apelativo se debió también a un “extrañamiento”(destierro) en ella o en las inmediaciones de la bahía, probablemente ordenado por la Corona, de Francisco Maldonado, teniente aguacil de la nave capitana de Sebastián Gaboto. Esta expedición exploradora (1526-1530), fondeó en por lo menos dos ocasiones en la bahía, en una de ellas desembarcó Maldonado con fines de exploración o provisión de alimentos frescos y no fue reembarcado. En el juicio que se le realizó a Gaboto a su retorno en Sevilla, en julio de 1530, fue acusado de haber abandonado a su suerte a un grupo de hombres que había enviado a matar lobos marinos para abastecerse (existían en ese tiempo en la actual Punta del Este). Integrantes de su armada relataron que al partir las naves de retorno, les habían hecho señales de humo desde el Cabo Santa María (nombre de la actual Punta del Este), distante una legua de la posición de los navíos, las que fueron desestimadas por Gaboto.
El marino fue sobreseído de los cargos. Los Maldonado eran una ilustre familia de Salamanca, que se había sublevado entre 1520 y 1523, contra el Gobierno absolutista y centralista de Carlos de Austria, la “Revolución de los Comuneros”, en defensa de los derechos feudales. Varios miembros de la familia habían sido ejecutados por esta causa. Si Francisco era miembro de esta familia, no es aventurado plantear que por órdenes reales fuera “extrañado” aquí.
Un arresto la renombraría, más de 200 años después.
El 14 de marzo de 1751 el Cnel. José Joaquín de Viana se hace cargo del gobierno de la recién creada jurisdicción de Montevideo. En forma inmediata organiza una expedición militar contra los indios minuanes, que acosaban los establecimientos ganaderos de los vecinos, operación que se repite en 1752.
En el desarrollo de la logística de la campaña, se plantea una desavenencia entre Viana y el Capitán Francisco Gorriti, anterior Comandante Militar de Montevideo (candidato del Gobernador de Buenos Aires, Andonaegui, para el cargo de gobernador, desestimado por la Corte), que retirado, era vecino de la ciudad. Viana entiende que como vecino debe contribuir a la expedición y Gorriti alegaba que en su condición de militar estaba eximido. Los ánimos se crisparon en la controversia, en el fondo una cuestión de autoridad, terminando el ex comandante arrestado y trasladado a la Isla de Maldonado, dentro de la jurisdicción de la guardia establecida en la bahía. Es confinado allí entre 1751 y principios de 1753. La guardia había sido establecida por el mismo Gorriti, por lo menos desde fines de 1749.
El hecho de la detención del capitán fue tan comentado en la sociedad colonial de entonces, que determinó que la isla se denominara desde entonces como “de Gorriti”.
Es de suponer que existió una construcción para albergarlo en la isla y que se lo aprovisionó de medios de subsistencia desde tierra.
Hay que resaltar el hecho de que este arresto fue previo al establecimiento de pobladores permanentes en la Bahía de Maldonado, entre 1755 y 1757.
También hay que destacar que administrativamente la isla no se encontraba dentro de la Gobernación de Montevideo, sino que se encontraba dentro de la de Buenos Aires.
Entre 1761 y 1762 se construyen en la isla baterías para asentar piezas de artillería para la defensa del puerto, con sus correspondientes cuarteles para resguardo de la guarnición, se excavó un pozo de agua, se edificaron polvorines para almacenar la pólvora y las municiones, almacenes para el acopio de provisiones y recintos destinados a prisión, en la zona oeste.
Desde entonces era habitual que los Comandantes Militares de Maldonado dispusieran que se trasladaran arrestados a la isla, aún engrillados, indios alzados, contrabandistas, malhechores, ladrones de caballos, presos por abigeato, desertores de los regimientos de línea y aún oficiales arrestados por faltas al servicio, como el Tte. Domingo Bourgeois.
El Gobernador de Buenos Aires Cap. Gral. Francisco de Paula Bucarelli, en 1769, dispuso que Pedro Medrano y Plaza, español natural de La Rioja, probablemente un comerciante bonaerense, fuese confinado en la Isla de Gorriti, hasta 1771. La causa más probable de su prisión, era la campaña que mantenía este funcionario contra el lucrativo contrabando, que existía entre la ciudad capital de su jurisdicción y la Colonia del Sacramento, posesión portuguesa. Por la Colonia, se introducían en lanchones, productos y manufacturas de origen portugués y mayormente británicas (telas, prendas de vestir, loza) y se intercambiaban por plata amonedada y en lingotes, ganado bovino y caballar, cueros y sebo, provenientes los primeros del Alto Perú y los segundos de los establecimientos españoles próximos a Buenos Aires.
Las disposiciones hispánicas prohibían este comercio, permitiéndolo solamente con la metrópoli, en general con productos más caros.
Este comercio ilegal, era más o menos tolerado por algunos de los predecesores de Bucarelli, “con beneficios económicos paralelos a su cargo”. Sin embargo, este Gobernador de las Provincias del Río de la Plata, lo combatió con rigor, lo que le llevó a malquistarse y enemistarse con los poderosos comerciantes porteños y españoles avecindados (según éstos, tenía un carácter violento).
También durante su gobierno (1766-1770), se produjo la expulsión de los jesuitas de las Misiones del Guayrá y de los establecimientos universitarios y ganaderos de Córdoba (1767). Probablemente su puesto en Buenos Aires, desplazando a Pedro de Cevallos, se debió a su compromiso antijesuítico con la Corona.
El 14 de junio de 1777, el Virrey Cevallos proponía al Rey Carlos III, la erección de un nuevo Tribunal de Cuentas, estableciéndolo en Buenos Aires. Entre los que recomendaba para su constitución, era a Pedro Medrano, manifestando que: “Bucarelli lo mantuvo tres años preso en la Isla de Maldonado, con el pretexto falso de haber murmurado sobre la expulsión de los Regulares (jesuitas, regidos por una regla), pero en realidad por no haber querido consentir en los robos de los caudales del Rey, que le propuso con descaro, según el paciente (acusado) dice y se hace verosímil a vista de los graves excesos que para recoger dinero, se aseguró haber cometido Bucarelli”. Huelga decir, que el anterior gobernador y el virrey, pertenecían a partidos políticos enfrentados en la Corte Española.
Lo fuera de lo común fue que la detención de Pedro Medrano en la isla, se realizó en compañía de su esposa Victorina de Cabrera y Saavedra, porteña, que vino a reunirse con su marido (lo que indica que poseía medios económicos para ello), que se hallaba en estado de gestación avanzada. El 26 de abril de 1769, nace en el establecimiento de detención Pedro Medrano. Lo extraordinario del acontecimiento motivó que el Comandante Militar de Maldonado, Bartolomé Ferro, envió a la isla el cirujano y el capellán de la guarnición, para ayudar en el alumbramiento. La familia residió en la isla durante dos años y medio, hasta octubre de 1771, fecha en la cual el Gobernador de Buenos Aires, Juan José de Vértiz y Salcedo, que sustituyó a Bucarelli, cesó el confinamiento de Medrano.
Pedro Medrano y Cabrera, residió en Buenos Aires, estudió en el Colegio de Monserrat de Córdoba y luego se doctora en derecho en la Universidad de San Francisco Javier de Charcas, participó en el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, fue elegido diputado por Buenos Aires para integrar la Asamblea del Año XIII y en 1816 para el Congreso de Tucumán. En este congreso fue elegido como primer presidente y pronunció el discurso inaugural. Tuvo importante participación en la redacción del Acta de la Independencia del 9 de julio de 1816. Integró la Sala de Representantes de la Provincia de Buenos Aires en varios períodos. En la esfera judicial, fue camarista, Fiscal del Estado, presidente de la Cámara de Apelaciones; integró la Junta de doctores en teología y cánones y juristas para aconsejar al gobierno en materia eclesiástica. Su hermano, dos años mayor, Mons. Mariano Medrano (1767-1851), fue el primer Obispo de Buenos Aires, nombrado por la Santa Sede en 1830, luego de la prolongada vacancia de la sede episcopal, por el fallecimiento de Benito de Lué y Riega en 1812 (no consta que haya permanecido en la isla). Pedro fue amigo personal de Rosas, de pensamiento federal. Destacado orador y poeta. Falleció en Buenos Aires el 3 de noviembre de 1840.
La partida de bautismo se halla en el Archivo Parroquial de San Fernando de Maldonado. Pedro José Medrano – En 4 de mayo de 1769, puse óleo y chrisma a Pedro José [hijo] legítimo de Dn. Pedro Medrano y de Da. Victorina Cabrera […]. Padrino Dn. Antonio Jaramillo, que nació el 26 de abril [de que doy] fee. Fr. Martín José Ramos.
Es de hacer notar que en la partida de bautismo el párroco no deja constancia alguna del lugar del nacimiento, ni de las circunstancias de sus padres.
La Isla de Gorriti, también fue lugar de detención del Alcalde de Primer Voto del Cabildo de Montevideo, recién elegido para el cargo (el 1 de enero de 1782), Juan Antonio de Haedo, que enfrentado con el Gobernador Brig. Joaquín del Pino, por cuestiones de competencias en la jurisdicción judicial, éste determinó trasladarlo arrestado allí. También fue arrestado el Alcalde de Segundo Voto Domingo Bauzá y trasladado a la Isla de las Ratas, en la Bahía de Montevideo, donde también existía guarnición militar. A pesar que estos procedimientos fueron refrendados por el Virrey Juan José de Vértiz, el Rey Carlos III y su Consejo, informados por un memorial, revocaron la sentencia, multaron al gobernador y le impusieron las costas del juicio y repusieron a los alcaldes en sus puestos.
La Isla de Gorriti, que resguarda la Bahía de Maldonado, protagonista de la historia local, fue además de lugar de prisión, sitio del alumbramiento de uno de los protagonistas del nacimiento de la Argentina.
Dr. Mario Scasso
Bibliografía
Historia de Maldonado – Tomo I – María A. Díaz.
Historia de la Dominación Española en el Uruguay – Tomo II Libro IV – Francisco Bauzá.
Historia de la Argentina- Tomo I y III – Editorial Océano.
Historia de España – Tomo VII – Instituto Gallach.
Charrúas, guenoas y guaraníes. Interacción y destrucción: Indígenas en el Río de la Plata. – Diego Bracco.
Con las armas en la mano. Charrúas, guenoa- minuanos y guaraníes. – Diego Bracco.
Personajes con sabor a Maldonado. – Alfredo Nocetti Fasolino. 1993.
El Virrey Pedro Cevallos. – Hialmar Edmundo Gammalsson. 1976.
Dr. Mario Scasso Burghi
marioascasso@gmail.com
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